Esta mañana, el ANZ Stadium de Sydney fue la sede de la primera fecha del Tri-Nations donde se vieron las caras los All Blacks y los Wallabies. El partido terminó siendo una goleada, la más grande en la historia de este clásico, algo que sorprendió al público ya que los equipos venían de igualar 16 a 16 en Wellington.

El partido lo dominaron claramente los hombres de negro desde principio a fin. Este dominio supo ser guiado por su apertura Richie Mo'unga, quién además de marcar un total de 23 puntos (dos trys), supo marcar el ritmo del equipo y además utilizar su pie de manera excelente tanto en ataque como en defensa.

El primer tiempo del encuentro terminó 26 a 0 (cuatro trys) una diferencia muy clara entre ambas selecciones pero que además dejó en claro el nivel que manejan los dirigidos por Ian Foster, quienes ya encontraron su estructura de juego y al parecer no van a parar hasta demostrar una vez más por que son los N° 1.

 

En la segunda mitad, los maoríes bajaron las revoluciones de la máquina pero aun así Australia no pudo hacer más nada que sumar cinco puntos, los cuales llegaron de la mano de su apertura debutante, Lolesio, a los 2 minutos del segundo tiempo. 

Después de eso, el archivo atravesó una meseta bastante larga sin puntos pero que terminaría siendo rota sobre los últimos 10 minutos donde apoyaron dos trys más para cerrar con esta goleada histórica y además quedarse con la Bledisloe Cup, copa que ganan de manera consecutiva desde 2003.

De esta manera, el seleccionado neozelandés tomó la punta de la tabla sumando además un punto bonus y se prepara para afianzarse ahí arriba de cara a su próximo partido contra su clásico rival y más adelante los dos frente a Los Pumas.

 

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