Por un lado, alegría; por el otro, preocupación. ¿Lo más importante? Se volvió a ganar, y eso siempre influye a la hora de encarar la semana. Pese a haber sumado los cinco puntos posibles que entregó el duelo ante el representativo de Free State, la realidad no le termina de sonreír a los conducidos por el rosarino Raúl Pérez; más allá que la evolución es evidente y fundamental de cara a lo que se viene, aún quedan detalles por corregir.

Dentro de lo positivo, todo lo que incluye al ataque: en rucks, Jaguares está primero con una efectividad del 97 %; en defensores superados, segundo, con 105, solo por detrás del vigente rey de esta competición, Hurricanes (124); en metros ganados, también segundo (2076), y también por detrás del último campeón (2443); en acarreos -o carries, como más les guste-, primero con 528; en lo que respecta a quiebres generados, cuarto (52); en tries, tercero. Apoyó quince veces en el ingoal rival, ocho veces menos que los ‘Canes.

El principal problema de la escuadra perteneciente a la UAR está en las formaciones fijas: en el scrum, último, con 67 %; en el lineout, penúltimo (78, 4 %). Además, el ‘drama’ de este equipo: la indisciplina. En este aspecto, el más sancionado con tarjetas amarillas (6).

Pensando en el futuro inmediato, los capitaneados por Agustín Creevy deberán continuar mostrando su poderío en la ofensiva pero, principalmente, fortalecerse en el line y en el scrum, dos temas que han generado fuertes dolores de cabeza en el staff técnico. Los disciplina mejora partido a partido, pero todavía falta trabajar en ello para no sufrir innecesariamente. Ante Kings o Cheetahs, dos adversarios a los que lograron superar, se pueden permitir ciertas falencias. La pregunta es: ¿qué pasará si esto ocurre ante equipos de mayor jerarquía? Se vienen juegos importantes y hasta decisivos en la busca de los playoffs. Jaguares debe seguir por este camino, pero tapando baches y corrigiendo falencias que pueden decantar la balanza para un lado u otro. ¿Podrán?