Inagotable. Esa es la palabra correcta para definir a David Ferrer, un jugador que se mantiene en la élite del tenis internacional a pesar de sus 33 años de edad. Hoy, en el Court Central Guillermo Vilas, el oriundo de Jávea dio un paso importantísimo en este ATP 250 de Buenos Aires 2016. En esta temporada, ya son dos las victorias de Ferrer en el Buenos Aires Lawn Tennis Club -anteriormente había dejado fuera de juego al local Renzo Olivo, en los octavos de final-, lo cual lo posicionó por quinta vez en su carrera en las semifinales de esta competición. Este fin de semana, el ex número tres del ranking individual tendrá la posibilidad de obtener su quinta corona en el Argentina Open, hecho que lo acomadaría más aun en el segundo puesto histórico -solo por detrás de Guillermo Vilas, quien se proclamó campeón en nueve ocasiones-. Cuevas, por su parte, se va del ATP porteño con buenas sensaciones, luego de un comienzo de año sin grandes estadísticas -segunda vuelta en el ATP 250 de Sídney. Mismo resultado en el Abierto de Australia-.

En lo que respecta al partido en sí, Ferrer edificó su triunfo a partir de su fortaleza mental y efectividad en los puntos importantes de cada set. Una de las claves estuvo en la cantidad de quiebres y posibilidades salvadas por el hispánico. En el primer set, el pupilo de Francisco Fogues salvó seis chances de rotura y concretó una. Sí, solo en el primer set. En el segundo parcial, fue Cuevas quien tomó la posta en el juego. Aprovechó dos de los tres puntos de break y, de esta forma, llevó el cruce a un tercer y último capítulo. En el comienzo de esta tercera manga, ambos jugadores cedieron su servicio en una ocasión, por lo que llegaron al primer descanso sin diferencias significatorias en el marcador. Luego, en el octavo game, Ferrer logró el quiebre decisivo que, en consecuencia, le dio el partido.

Con este resultado, el europeo consiguió su décimo séptima victoria consecutiva en este torneo. ¿Asusta? Claro que sí, pero no habrá tiempo de festejos para Ferru y su equipo, debido a que en la mismísima jornada de sábado tendrá que enfrentar a su coterráneo Nicolás Almagro. El historial entre sí favorece a la séptima raqueta del escalafón mundial. ¿El dato? Se disputaron quince partidos entre ambos. Y sí, en los quince se impuso Ferrer. Vaya número. ¿Habra sorpresa? ¿Continuará el poder hegemónico del valenciano? Lo sabremos dentro de unas horas.