La “Caja Mágica”, sitio de disputa del Masters 1000 de Madrid, cuenta con tres estadios que poseen techos retráctiles. Todo un adelanto para jornadas lluviosas, como ésta, en donde, de otro modo, se verían demoradas o suspendidas. En conjunto con los 657 metros sobre el nivel del mar en que se encuentra la capital española, poco queda del mote de “canchas lentas”.

Bajo estas condiciones, en el estadio Arantxa Sánchez (los otros cubiertos son el Manolo Santana y el Estadio 3), protagonizaron su encuentro de cuartos de final la promesa/ realidad australiana Nick Kyrgios (21 del mundo) y el japonés Kei Nishikori (6 del escalafón). Anteriormente, se habían visto las caras en dos ocasiones, con sendos triunfos del nipón. La curiosidad, ambos encuentros, al igual que éste, se disputaron en el marco de la gira Masters 1000: segunda ronda de Shanghái 2015 (1-6, 6-4, 6-4) y semifinal de Miami 2016 (6-3, 7-5).

En el primer set, los servicios dominaron el cotejo. Si se tratase de una pelea de box, Nishikori la hubiese ganado por puntos. Ni siquiera debió afrontar un deuce en sus turnos de saque y contó con una oportunidad de quiebre tanto en el cuarto como en el octavo juego. Sin embargo, la paridad desembocó en una muerte súbita en la que, luego de encontrarse 2-4, Kyrgios logró imponerse, mediante un Ace (sumó 18 en el encuentro), por 8-6.

La segunda manga, a partir de dos situaciones que el japonés no pudo convertir en el primer game, se desarrolló de igual forma. Por esta razón, se encontró a sólo dos puntos de la derrota (sacó 5-6,      15-30). En un nuevo tie-break, presionó desde el primer impacto del mismo, sumó en tres ocasiones con la devolución y se lo adjudicó por 7-1.

En el parcial definitivo, el nipón finalmente logró rubricar en el marcador la pequeña ventaja que tuvo con la devolución a lo largo de todo el encuentro, cuando tomó el servicio de su rival y se colocó 3-1. En el famoso séptimo game, el australiano tuvo la chance de su recuperación, pero dejó pasar tres break points que sentenciaron el desarrollo del match.

De este modo, Nishikori arriba por tercer año consecutivo a las semifinales del cuarto Masters 1000 de la temporada. Es un torneo que sin dudas le sienta bien al conducido por el argentino Dante Bottini (en conjunto con el estadounidense Michael Chang). En 2014, una lesión frenó un andar arrollador en el partido decisivo; vencía a Rafael Nadal por 6-2, 4-2 pero debió abandonar luego de perder 6-4 el segundo set y encontrarse 3-0 abajo en el tercero. Su próximo rival será, en la jornada de mañana, el ganador del encuentro entre Novak Djokovic y Milos Raonic.