Los Juegos Olímpicos modernos nacieron de la mano del francés Pierre De Coubertin, con ánimo de promover el deporte desde la visión de una competencia sana, estimulando el compañerismo y la igualdad de las culturas. El tenis fue uno de las nueve disciplinas en integrar dicho proyecto.

En Paris 1924, la bandera celeste y blanca compitió en las olimpiadas con la regulación, por primera vez, del Comité Olímpico Argentino. Fue en 1923 que por decreto del entonces presidente, Marcelo T. de Alvear, se fundó el C.O.I. De esta forma comenzó el sueño olímpico argentino, 102 años atrás, con deportistas de 12 disciplinas, las cuales consistían en yachting, remo, tiro, natación, levantamiento de pesas, esgrima, atletismo, ciclismo, pentatlón moderno, boxeo, polo, y el apuntado de esta reseña, el tenis. Los primeros tenistas argentinos en competir fueron  Héctor Cattaruzza, Carlos Dumas, Arturo Hortaly Guillermo Robson en singles. Y las parejas de Dumas- Robson y Cattaruzza con Jorge Williams. Sin embargo, ninguno de ellos logró avanzar a octavos de final.

En Ámsterdam 1928 la ITF (International Tenis Federation) decidió alejarse de los eventos olímpicos por cuestiones burocráticas con el COI e hizo su reaparición oficial como deporte olímpico en los Juegos de Seul 1988, donde Argentina obtendría su primera medalla olímpica.

Gabriela Sabatini, con tan solo 18 años, se colgó la plateada tras perder en la final por 6-3 y 6-3, frente a Steffi Graf, quien ocupaba el puesto número uno del ranking WTA. Sabatini no fue solo la primer tenista mujer en participar en un Juego Olímpico, sino también la mejor posicionada en toda la historia del tenis olímpico argentino, tanto femenino como masculino.

En la siguiente edición, celebrada cuatro años más tarde en Barcelona, Argentina consiguió su segunda medalla, y la primera en dobles. Fueron Javier Frana y Christian Miniussi quienes cosecharon el primer bronce en el deporte blanco. Tras vencer a los últimos campeones de Roland Garros en dobles, los suizos  Jakob Hlasek y Marc Rosset, por los cuartos de final, se aseguraron la medalla, ya que en ese entonces ambos perdedores de semifinal recibían la de bronce. En semifinales perdieron contra los alemanes Boris Becker y Michael Stich.

Una nueva medalla de bronce para la colección argentina, llegó de las manos de la dupla femenina Paola Suárez y Patricia Tarabini en Atenas 2004.  Se consagraron tras vencer en dos sets, ambos 6-3, al duo conformado por  Ai Sugiyama y Shinobu Asagoe de Japon.

Para completar la lista, la medalla más reciente y tan recordada por los argentinos es la de Juan Martin Del Potro en Londres 2012. Tras perder en semifinales en un histórico encuentro frente a Roger Federer, obtuvo la de bronce al imponerse ante Novak Djokovick por 7-5 y 6-4 en una emocionante definición.

A lo largo de la historia, nuestra nación cocechó cuatro medallas. Con seis clasificados a Río 2016, Argentina buscará la quinta , y por qué no, su primer oro olímpico.