El Abierto de Tokyo llegó a su fin. El australiano Nicholas Kyrgios llegó a la final sin perder un solo set, pero en frente se presentaba un duro rival. David Goffin había derrotado a Marin Cilic en semifinales, siendo la sorpresa del torneo. En ese contexto, la definición no presentaba un claro favorito, pero sí prometía un partido electrizante.

El belga comenzó controlando el ritmo del partido, incluso parecía que seguiría así durante todo el desarrollo. Goffin se encaminaba al título, pero Kyrgios se despertó a tiempo para revertir el resultado. Tras perder por 4-6 el primer set, el primero que perdió en todo el torneo, se impuso comodamente en la segunda pulseada. Con mucha más precisión y gran eficacia en su servicio, reclamó el empate por 6-3. La contundente victoria sirvió como inyección anímica para Kyrgios.

El tercer set fue el más parejo, se pudo apreciar la mejor versión de los dos tenistas con un juego digno del título para ambos. Las diferencias fueron mínimas, pero finalmente Nick Kyrgios se quedó con la definición por 7-5. El australiano de 21 años escaló por primera vez en su carrera al puesto 14 del ranking de la ATP. Además, la joven promesa ganó el primer ATP 500 en su carrera.

Por otro lado, en la riña por la copa de dobles, el español Marcel Granollers y el polaco Marcin Matkowski ganaron en sets corridos para alcanzar el título. La pareja europea derrotó a el duo formado por Raven Klaasen y Rajeev Ram por 6-2 y 7-4 en el tiebreak.