No hay nada como el hogar. Así de claro lo deja Grigor Dimitrov, número 13 del ranking ATP, al lucirse en cada partido que disputa en el ATP 250 de Sofia, en su Bulgaria natal.
Desde el inicio de la temporada 2017, Dimitrov ganó 13 de 14 partidos, recordando el trofeo conseguido en Brisbane y la casi hazaña de derrotar a Rafael Nadal en las semifinales del Abierto de Australia. El búlgaro demostró otra vez, superando todas las expectativas y fantasmas que transitaban en su pasado, que está para las rondas decisivas.
Siempre fiel a su estilo de juego. Directo y preciso. Siempre al servicio de su revés a una mano, al mejor estilo Roger Federer, fue sorteando a los rivales que el cuadro le fue presentando. Su gran obstáculo fue Victor Troicki (37°), al que venció sin problemas con un doble 6-3.
Su oponente en la final será David Goffin. El belga se encuentra también en un gran nivel tenístico. Para fortuna de su rival, al 11° del mundo le tocó enfrentarse con pesos un poco más pesados, tales como Steve Darcis (59°) y Roberto Bautista Agut (16°). A ambos los venció sin tener que necesitar el último set.
Los finalistas se conocen bastante bien, tanto en su época como profesionales como en la que apenas empezaban a incursionar en el mundo del deporte. De los cinco partidos que han disputado, todos se los llevó Dimitrov. Los más destacados fueron en el abierto de Estados Unidos en 2014 en la ronda de los 32vos de final y el otro fue este año en Australia por los cuartos de final.