Juan Martín Del Potro cerró una semana de ensueño con un nuevo título. Derrotó consecutivamente a 3 Top Ten con un alto nivel tenístico para conseguir su noveno título ATP 500 y el primero de esta importancia desde 2013. En la final se impuso a Kevin Anderson por un doble 6-4 y a partir de la próxima semana será el nuevo número 8 del ranking mundial.

Que la duración del primer set se haya prolongado hasta los 54 minutos es una muestra de lo parejo que fue. En los primeros 6 games ambos mantuvieron su saque sin problemas, a pesar de no tener buenos porcentajes con el primer servicio. La única situación de riesgo la sufrió Del Potro al estar 0-30 abajo, pero se quedó con el game gracias al buen uso del saque.

A partir de ahí el partido cambió. El argentino forzó un deuce en el juego siguiente y le sacó el máximo jugo posible a su estrategia: usar el slice al revés del sudafricano que al sentirse incomodo e impaciente cometía muchos errores no forzados. Justamente ese golpe de Anderson se fue muy ancho y Del Potro consiguió el quiebre.

Al argentino le costó confirmar el quiebre a pesar de haber comenzado 40-0 arriba. Tras enganchar muy mal una pelota y cometer dos doble faltas consecutivas tuvo que hacer uso de su derecha y sacar un ace de la galera para salvar un game difícil. Después de eso, Del Potro pudo haberse quedado con el set inmediatamente, pero el sudafricano lo impidió con dos aces y un winner para ponerse 4-5. Sin embargo, la definición no se hizo esperar mucho: una vez en deuce, Del Potro aprovechó un error no forzado de su rival y con una ace se llevó el primer set por 6-4.

El segundo set dio un giro inesperado. Cuando estaba 1-1 y sacaba Anderson, un exquisito globo de Del Potro desestabilizó al sudafricano y le provocó una caída que lo obligó a pedir asistencia médica. Mientras tanto, el argentino disponía de una inmejorable chance de quiebre que la aprovechó ni bien Anderson regresó del trainer con un martillazo.

Con dos aces consecutivos confirmó el quiebre y cuando volvió a sacar ya se encontraba visiblemente cansado, pero mantuvo su servicio. Siguió con la estrategia de impacientar a Anderson que además de tener en la cabeza el set perdido, también tenía la molestia en su pierna izquierda tras la caída. Anderson mantenía sus servicios sin mayores inconvenientes, pero el problema era otro: Del Potro, el argentino no le daba ninguna oportunidad de quiebre. Cada uno con tres aces mantenían sus saques y las chances de Anderson se apagaban cada vez más con el encuentro 4-6, 4-5 en contra.

Al saque el tandilense, metió dos potentes derechas, una de ellas  cruzada y dos saques ganadores para cerrar el partido y ganar el ATP 500 de Acapulco tras una semana espectacular, en la cual demostró un tenis brillante para sumar el título número 21 en su carrera y el primero en la temporada.