El suizo, actual número uno del ranking ATP, consiguió dos premios durante la noche, un hecho que ningún deportista había logrado a lo largo de la historia. "Mejor Deportista" y "Mejor regreso" fueron las categorías donde Federer fue el mejor. Con los dos de ayer, el jugador suma seis estatuillas, siendo el primero en esta particular clasificación por delante de su compañera de profesión Serena Williams.

El número 1 del mundo luego de dicha distinción le manifestó a los medios cuáles son sus metas a los 36 años y hace un análisis de como se siente cada vez que ingresa a la cancha deteniéndose en todas esas personas que le tienen como un espejo, como un ejemplo de ser humano: “No soy perfecto, tengo muchos defectos”.

“Mi principal reto ahora es mantenerme sano, sin lesiones, y encontrar el equilibrio entre el tenis, la familia, el descanso, los patrocinadores, los medios... Creo que gestionar el calendario es el mayor reto”, responde el de Basilea, y agrega “Al hacerte mayor tienes que variar el tipo de trabajo, ser muy cuidadoso, pero al mismo tiempo debes seguir disfrutando. Tengo suerte de no tener que entrenar tanto como antes. No tengo que jugar tanto y eso me permite disfrutar más y estar más motivado”.

La adaptación de su manera de jugar a estos tiempos lo hace ser el mejor jugador de la historia, ya que hace lo imposible posible y por ello es un lujo para todos poder tener todavía en las canchas, “Nunca he tratado de imitar a otros jugadores. Intento moverme lo mejor que puedo y resulta que a la mayoría de gente le resulta estético. Quizá sea porque en los últimos años el tenis se ha hecho cada vez más agresivo, quizá porque pego el revés a una mano, porque uso mucho el revés cortado... Quizá por eso resulte elegante. Tengo suerte porque mis movimientos me han hecho padecer menos lesiones que otros, mi forma de moverme ha reducido el desgaste. Estoy feliz de parecer elegante, pero nunca ha sido un objetivo para mí, es algo que sucede de forma natural”, agrega.

Pero el genio del tenis mundial reconoce, “Tengo muchos defectos, no soy perfecto. Cuando eres marido y padre es imposible ser perfecto. Es una batalla diaria por mantener la calma. Intento ser el mejor padre que puedo, el mejor marido que puedo, el mejor tenista. Cometo muchos errores, pero trato de aprender de ellos”, responde el mejor tenista de todos los tiempos.

Roger en estado puro, el señor del tenis, el jugador que renueva continuamente al tenis, siempre tiene las palabras precisas para que todos los disfrutan de este bendito deporte sepan aprovecharlas.