El italiano mostró toda su categoría en los dos set finales, donde desnudó los problemas de inmadurez de Jarry quien no encontró respuestas para poder frenar el aluvión del italiano. El chileno de todas maneras, hizo un buen torneo, parece un buen jugador, que le falta mucho, sobre todo en el control de su derecha que cuando corre es un misil, pero cuando esta inseguro comete muchos errores no forzados.

El chileno tras un gran arranque en la final, fue de más a menos en su rendimiento, cayendo en lagunas en su juego de las cuales no pudo salir. El italiano, en tanto, sacó a relucir su experiencia en este tipo de torneos y aprovechó el bajón físico de su rival para sumar una nueva corona en su carrera. Jarry no está para jugar tres partidos de suma exigencia todavía y eso es bueno para la serie de la Copa Davis contra Argentina.

El nieto de Jaime Fillol, en tanto, no pudo lograr su primera consagración en torneos ATP y la décima de su carrera. Se queda por el momento con seis títulos de Futuros y tres de Challenger, estos últimos ganados en el año 2017 (Medellín, Quito y Santiago). Esta era una gran oportunidad ya que los próximos torneos se le harán muy cuesta arriba, teniendo en cuenta que el Open de Brasil es uno de los ATP mas devaluados del circuito.

A pesar de caer en la final, el tenista de 22 años registró su mejor desempeño en un torneo de esta categoría, previamente venia de alcanzar las semifinales del ATP 500 de Río de Janeiro, y logrará llegar hasta el puesto número 61° de la clasificación mundial, eso le permitirá ingresar de mantenerse en los cuadros de los tres grandes que faltan.

El italiano, pudo superar al juvenil chileno, imponiendo su calidad, enfrentándose nuevamente a toda la torcida y al molesto cántico común de donde juega cualquier deportista chileno. Gran torneo de Fognini, quien había ganado en semifinales, la final anticipada contra el uruguayo Cuevas, siendo ese el punto de inflexión para obtener su primer logro del año.