Sin transpirar. En realidad pocas veces lo hace y a esta altura ya no debería sorprender. Roger Federer vapuleó a Filip Krajinovic en apenas menos de una hora de juego. En un torneo donde jugadores provenientes de la qualy están dando el golpe ante preclasificados, el suizo venció al número 28 del mundo por 6-2 y 6-1 para avanzar a los octavos de final en Indian Wells.

El serbio venía de hacer semifinal de Dubai y tenía la esperanza de dar lucha en lo que era su primer enfrentamiento ante el número 1 del mundo. Pero no tuvo con qué. Una combinación de nervios, malas decisiones y el interminable repertorio tenístico de Federer hizo que Krajinovic no tenga el partido que soñó la noche anterior.

Krajinovic tiene un estilo de juego que no le genera problemas a Su Majestad: le gusta el golpe por golpe, sin variedad en sus tiros y se le dificulta no cometer errores no forzados. Al de Basilea le alcanzó con mantener la concentración, ser agresivo y atacar el segundo saque del rival.

Justamente el saque fue la clave del partido. Mientras Krajinovic lo cedió en cinco oportunidades, no tuvo aces y cometió cuatro doble faltas, Roger Federer fue su antítesis: solo perdió el servicio una vez, hizo seis aces y no acumuló doble faltas. Además, el suizo tuvo un alto 76 por ciento de efectividad con el primer saque y 90 con el segundo.

Ni hablar de la cantidad de puntos ganados (62 a 31). Federer cosechó el 81 por ciento con el primer servicio frente al 48 de su rival. Las estadísticas sirven para explicar por qué Federer fue tan superior y solo le permitió a Krajinovic ganar tres games en todo el partido. En lo relativo al juego, el suizo mostró todo tipo de golpes, como un exquisito dropshot cuando ganaba 4-2 y 40-0, y un smash de revés que dejó sin chances al serbio.

Federer acumuló su novena victoria consecutiva en el desierto californiano, posee un récord de 18-0 en lo que va de la temporada y ahora se verá las caras con el francés Jeremy Chardy, quien venció a su compatriota Adrian Mannarino.