Milos Raonic y Diego Schwartzman en la previa tenían un pasado próximo diferente. El problema de Milos era la falta de ritmo, su inactividad en competiciones en estos últimas meses, pero para el canadiense este era su último torneo, previo a la gira de canchas lentas, donde las opciones para sumar puntos para Raonic son bastante limitadas y después tendría que jugárselo todo en la hierba. Schwartzman venía de ganarle a Jarry donde el argentino ganó el partido aguantando desde el fondo de pista y provocando los errores del chileno.

Pero este año la trayectoria este año del Peque no dice mucho en cemento, ya que en Sydney perdió ante Feliciano López, jugador muy por el estilo de Raonic; en Acapulco ante Harrison, jugador sacador también; y en Indian Wells perdió ante Baghdatis en sets corridos, jugador que tiene un buen saque también.

Por ello previamente, el partido podía estar en las manos de Raonic, quien de estar fino con el saque y si le corre la derecha puede hacer mucho daño. El duelo también lo manejaba Raonic, ya que ganó el único enfrentamiento entre ambos el año pasado en Brisbane.

Un primer set a pura táctica

Raonic totalmente engominado comenzó con su servicio, la clave del partido, un gran saque contra una de las mejores devoluciones del circuito y con tres saques directos, le demostró al argentino parte de lo que iba a tener que enfrente. Para el argentino esto lo metía en un problema mental en el que sabía que si o si debía ganar su saque.

El Peque supo sostener el servicio con algunos problemas, pero sin tener puntos de quiebre en contra y ya en el tercer juego con el saque Raonic, el argentino comenzó a devolver ante la falta de primeros servicios del canadiense y ello empezó a generarle algunos problemas al gigante norteamericano.

El argentino, cada vez que ganaba su saque era como que se descomprimía, porque lo hacía correr a Raonic, abriéndolo por la izquierda y haciendo que pegue con la derecha a la carrera para evitar que Milos lo contragolpee.

En el octavo juego se encendieron las alarmas por el lado del canadiense, sin primeros saques, permitió que Schwartzman se active, que muestres sus cartas en la devolución de saque, variando bolas bajas y altas, y aunque no logró quebrar el servicio, le mostró al canadiense que también podía hacer daño.

Los dos estaban jugando un tremendo partido, ángulos, devoluciones, aperturas, saques directos, fabulosas voleas, eso hacía que hasta el cinco iguales no exista un favorito para llevarse el partido. Y Raonic, fue el primero en poner en crisis el saque de su rival, ya que con una devolución a los pies, tuvo el primer punto del quiebre del set, pero después Diego se encargó con tres puntos fantásticos para llegar a la muerte súbita.

En el Tie Break, Diego logró arrancar con un miniquiebre, pero luego el canadiense pudo igualar rápidamente las acciones. Raonic, que hacía valer también sus armas lo empezó a complicar al argentino, quien con un revés con slice provocó el error no forzado del argentino y consiguió otro miniquiebre, previo al cambio de lado. Pero el canadiense volvió a cometer un error de derecha y la presión llegó a su máxima expresión, la hora de la verdad llegaba y el canadiense tuvo la primera oportunidad de quedarse con el set y tras un durísimo peloteo se quedó con el primer parcial por 7-6 (5).

Raonic liquida el partido

En la segunda manga el argentino estuvo impecable, cerrando el primer juego de saque en cero. Y esa actitud lo llevó en el cuarto juego a presionar sobre el segundo servicio del canadiense y tener un triple punto de quiebre, donde Raonic con dos servicios directos y un error no forzado del argentino logró salvarlas y quedarse con su servicio. Luego de perder esas oportunidades el canadiense presionó sobre el saque y con dos tremendas devoluciones se quedó con el saque del argentino. El canadiense supo aprovechar un mal momento del argentino y con toda su experiencia lo llevó a la peor situación, quebrarle el saque a Raonic.

Se notó durante todo el partido una mejora en Raonic en comparación con el partido ante Del Potro en Indian Wells. Estuvo mucho más sólido desde el fondo y con mayor precisión en la red, haciendo cuesta arriba el partido para el argentino. Y Raonic con muy buenas devoluciones tuvo tres oportunidades de quiebre, donde aprovechó la tercera y así se quedó con el set y el partido.

Raonic está volviendo a ser el de antes, con un saque tremendo, que solamente dejó que el argentino tuviera solo tres oportunidades de quiebre. El argentino ahora debe descansar y regresar a su país para jugar la Copa Davis.