El cansancio y el calendario le pasaron factura a Juan Martín Del Potro, que el martes por la tarde venció a Fognini y Bolelli en dobles con Mayer, y el miércoles temprano superó al griego Tsitsipas. Este jueves por la mañana intentó saltar a las canchas de nuevo, pero el físico no le dio para tanto. En menos de 48 horas disputó dos partidos, y medio, porque tuvo que retirarse de su duelo de octavos de final ante David Goffin por una molestia en el aductor.

Desde el comienzo del partido se lo notó a La Torre de Tandil levemente cansado desde lo físico, con poca movilidad y casi ni oponiendo resistencia a la dinámica de juego que le proponía su rival. De entrada en el duelo, mientras la gente aún amanecía en la mañana argentina, Goffin ya quebraba el servicio de Del Potro, algo que volvería a suceder varias veces en el encuentro. El belga logró sacarle la ventaja con golpes rápidos y precisos que no lo dejaban a Juan Martín acomodarse ampulosamente para sacar sus bombazos característicos. Además, aprovechando el ancho de la cancha, hizo rebotar de línea en línea al argentino, que no estaba al 100% de lo físico.

Goffin tomó la iniciativa, impuso su juego y no lo dejó jugar a Del Potro. Sumado a esto, estuvo muy preciso con los primeros saques (84% de puntos ganados) y su rival no afinó la puntería, fallando mucho con la derecha. Haciendo valer su quiebre, el partido se puso 4-2 para David, y logró quebrar nuevamente y así cerrar el primer set con su saque, en poco más de media hora. Un muy buen primer parcial del nº10 del mundo, que controló a fuerza de golpes veloces y precisos a un Del Potro que jugó incómodo, mal afirmado y sin posibilidad de pegar los tiros que él quería.

En el segundo set habría más problemas para el argentino. Ya en el primer juego salvó cuatro puntos de quiebre y logró llevarse su game de manera complicada. Pero la gran dificultad llegó cuando sacaba 1-1. Juan Martín se estiró para llegar a una pelota profunda y terminó apoyado en los carteles del costado de la cancha, con una mirada de preocupación, sujetándose el aductor. De inmediato, paró el partido y se fue a sentar. Llamó al fisioterapeuta y fueron al vestuario a evaluar la lesión. Volvió en minutos, pero corriendo a media máquina, sin hacer esfuerzos innecesarios para jugar hacia su derecha, que era el lado complicado.

Créase o no, esto fue más perjudicial para Goffin, que sin intención se fue metiendo en el juego del tandilense. El belga trató de encerrarlo contra su derecha, pero esto le sirvió a Del Potro porque habían dejado de moverlo por toda la cancha. Se estacionó donde su rival lo metió y desde ahí respondió con sus potentes derechazos y un revés paralelo que estuvo muy acertado. El plan de Goffin había comenzado de manera excelente en el primer parcial y luego se desmoronó, perdió la línea, y Juan Martín lo llevó a su zona de confort. Cuando el marcador iba 3-2, se desarmó el partido, comenzó la lluvia de quiebres. 

La Torre de Tandil le quebró el saque y se puso 4-2, pero luego se sucedieron tres quiebres seguidos, el primero para Goffin. En ese momento, Del Potro se hizo fuerte con la derecha en un juego larguísimo, donde el belga cometió cuatro doble faltas, cuatro aces y levantó cuatro break points. Pero no pudo resistir y perdió su servicio ante Delpo, que sirvió para set. Ahí llegó el último quiebre, perteneciente a Goffin, que sacó 4-5 y salvó dos set points. 

Inmediatamente luego de que rescata el segundo, a Juan Martín le volvió a tirar el aductor al hacer el mismo movimiento que al principio, exigirse para golpear una derecha. Directamente llamó al árbitro de silla y dijo que se retiraba, siendo el marcador final 6-2 y 4-5 (RET) para el belga, David Goffin.

Decisión acertada la del argentino, que a 10 días del comienzo de Roland Garros optó por no arriesgar su condición física y tratar de llegar de la mejor manera al Grand Slam de Francia. Por otro lado, hoy tenía que jugar en dobles con Leo Mayer, pero naturalmente, ya anunció su retirada del torneo.