Un encuentro más que atractivo el que se proponía en la Philippe Chatrier por los octavos de final, de un lado, el que está llamado a gobernar las canchas lentas cuando Rafa Nadal cuelgue la raqueta, Dominic Thiem, y del, otro un ex top ten que busca recuperar su mejor versión, Kei Nishikori. Jugadores que ya se habían encontrado dos veces en el circuito, siendo ambos partidos para el japonés, pero hoy el favoritismo estaba del lado del actual número ocho del ránking.

El austríaco comenzó muy seguro con su saque, golpes potentes y siempre pegaba bien afirmado; en el tercer juego del primer set logró quebrar el servicio de Nishikori, el japonés no arrancó muy preciso y la potencia de Thiem lo obligaba a tomar riesgos, una mala combinación. El japonés no dispondría de ninguna oportunidad para tomar el saque de su rival en todo el set.

En el séptimo juego Thiem tendría nuevamente chance de quebrar, tres para ser exacto, de las que Nishikori solo podría salvar dos y dejando a su rival sirviendo para cerrar el set. Thiem no dudaría a la hora de sacar y con dos aces seguidos se llevaría el primer parcial.

El segundo set sería un monólogo de Thiem, comenzaría quebrando en cero el saque de un Nishikori que intentó incluso tomar la volea en varias ocasiones para tratar de ganar puntos, pero el austríaco estaba intratable y lo pasaba siempre. En el juego siguiente Nishikori intentó tiros más audaces para dañar a Thiem, logrando solamente  que el austríaco se luciese aún más con sus contragolpes. Thiem conformaría en cero su servicio, el tercer game seguido que ganaba sin perder puntos.

La caída definitiva del japonés llegaría en el tercer game, porque tuvo oportunidad de llevárselo, además de haber salvado puntos de quiebre, lo que haría que aún siguiese cerca en marcador, pero una derecha larga, en el tercer break point que enfrentaba, hizo que Thiem estirase su ventaja. En los últimos tres juegos del segundo parcial se vio lo mejor de Thiem, hizo lo que quiso con su rival y cuando sacó para ganar el set, lo cerró con tres aces.

Los mismos relatores del encuentro decían que le quedaba poco al partido, las estadísticas eran aplastantes en favor de Thiem y a Nishikori se lo veía muy desmotivado. Pero el tenis es un deporte donde la cabeza juega mucho y si el cuerpo la acompaña se puede lograr revertir cualquier partido.

Cuando inició el tercer parcial se vio un cambio radical en la actitud de Nishikori, si bien no podía hacer mucho contra los saques de Thiem, cuando le tocaba estar a él sirviendo lo hacía de excelente manera. Los golpes que se iban largos en los sets anteriores ahora entraban, aunque tuviese que seguir haciendo maravillas para ganarle los puntos a un Thiem que fue bajando gradualmente su nivel.

Nishikori esta vez no le dio ninguna oportunidad a su rival de quebrarle el saque. Generó muy buenas aperturas con su servicio y buscó definirlas en la red. Thiem por su lado siguió solido con el servicio, pero a medida que transcurría el set su paciencia se fue agotando y comenzó a tratar de ganar los puntos con tiros desde cualquier lado, lo cual hizo que aumentasen sus errores (tuvo más errores en el tercer set que en los dos anteriores juntos).

En el duodécimo juego del tercero Thiem se encontraría con la ventaja en el marcador de 30-0, pero tres errores seguidos del tenista de 24 años le darían la primera oportunidad de quiebre al japonés en el partido, siendo también la oportunidad de llevarse el set. Otra derecha larga del austríaco le terminaría dando el parcial al actual número 21 del ránking, algo impensado al inicio del set.

El cuarto parcial comenzó como el anterior, muy parejo, incluso se podría decir que Nishikori estaba mejor, con más confianza, y Thiem sumando errores desde el fondo de la cancha que antes no cometía. Lo que parecía en un principio una victoria fácil ahora era todo un drama para el austríaco.

Ambos se mantuvieron firmes con el saque durante el inicio del set, hasta que en el séptimo juego Nishikori le concedió a su rival una doble oportunidad de quiebre. El japonés lograría salvar la primera, pero en la segunda, una excelente devolución de derecha invertida generaría el desahogo de Thiem para volver a ponerse por delante del marcador.

En el octavo juego Thiem confirmó el quiebre, aunque le costó, luego poco pudo hacer con el saque del japonés y, en el décimo game, se dispuso a sacar para partido. Se lo notó muy nervioso en ese momento, el austríaco intentó hacer combinación de saque y volea por primera vez en el partido y, como era de esperarse le salió mal.

 Aun así logró generar su primer match point, el cual perdería de forma absurda tras una definición en la red de derecha que se terminaría yendo larga, cuando tenía el partido prácticamente ganado. Sería una oportunidad que se lamentaría, al punto de morderse los dedos de la bronca de haber perdido semejante chance. Afortunadamente para él Nishikori le daría una mano en el siguiente match point y, tras una derecha larga del japonés, terminaría llevándose el partido.

Thiem tendrá que ajustar varias cosas para los cuartos de final, no es la primera vez que tiene ventaja en un partido y se lo revierten, además que enfrentará al segundo preclasificado del torneo: Alexander Zverev, en el que será, a priori, el mejor duelo de los cuartos de final.

 

Cecchinato sorprendió a Goffin

El italiano está teniendo la mejor semana de su carrera. | Foto: Prensa RG.
El italiano está teniendo la mejor semana de su carrera. | Foto: Prensa RG.

 

El tenista italiano Marco Cecchinato dio una de las sorpresas del torneo al dejar afuera al número nueve del ránking David Goffin por 7-5/ 4-6/ 6-0/ 6-3.

Cecchinato, quien estuvo muy cerca de quedar afuera en primera ronda y eliminó en la tercera a Carreño Busta, está teniendo el mejor año de su carrera. Pasó por primera vez la primera ronda de un Grand Slam y ahora se ubica en cuartos, además este año consiguió su primer título ATP, en Budapest, y logró consolidarse entre los mejores del circuito.

Para Goffin este Roland Garros venía siendo muy complicado: en primera ronda estuvo dos sets a cero abajo contra Haase y salvó cuatro match points en tercera contra Monfils y, además, enfrentaba a un jugador con mucha confianza ya sabiendo lo que era batallar con Cecchinato, puesto que lo había enfrentado en el último Masters de Roma con victoria del belga en tres sets.

Por los cuartos de final el italiano de 25 años se enfrentará a un rejuvenecido Novak Djokovic, a quien nunca ha enfrentado, pero que seguramente tiene bien estudiado.