Muchos podrían analizar estadísticas, pero vamos a cambiar el ángulo de la previa, ya que vamos a identificar las virtudes y debilidades que ambos poseen y por donde viene la llave que lleve a uno de los dos a la final del Abierto de París.

Rafael Nadal, prácticamente no tiene debilidades en la tierra roja, sus piernas se deslizan a una velocidad que le permite poder generar golpes casi imposibles para otros humanos. Nadal llega a todas y llega bien parado, la mayor virtud que tiene es que genera en la cabeza de su rival la incertidumbre de como llegará a un ángulo imposible y si se meterá bien debajo de la pelota e impactará un winner.

Nadal es la historia de las canchas de arcilla, y también es el presente, porque no solo juega bien, sino que su aliado es Dios, ya que cuando estuvo en las peores situaciones como con Alexander Zverev y con Diego Schwartzman el barba le dio una segunda oportunidad. Tanto el como Federer, renovaron el arte del tenis, Rafa quien tenía el revés como un golpe de apoyo, lo modificó para que sea un arma letal, ya que pega con tanto top que el rival empieza a irse para atrás y eso le permite meterse dentro de la cancha y hacer lo que quiera.

También Rafa, cambió su segundo saque, le dio más efecto, mayor apertura, evita que se metan dentro de la cancha, juega ángulos que le ayudan en momentos difíciles como en los puntos de quiebre en su contra. Por ello el de “Arriba”, se apiada si le encanta que siga jugando, le encanta la intensidad y los golpes casi imposibles desde el infinito.

Por el otro lado, el estirpe argentino hecho tenis, todos los argentinos tenemos eso que nos permite dar un poco más, porque Juan Martín ni se iba a presentar en Paría, iba a saltar derecho al césped un terreno que lo convierte en un titán, pero así como volvió después de dos años de inactividad y actualizó el solo su ranking siendo ahora el número 4 del mundo, se las ingenió para jugar en tierra.

Nunca traicionó su juego, esta vez fue directo, al hueso de sus rivales, que dé a uno fueron cayendo y eso lo demostró ayer el croata Marin Cilic, que prácticamente le hizo una reverencia para dejarlo con vida para la semifinal de hoy.

Delpo, hizo que la arcilla se adapte a él, porque su juego no varió para nada, sigue sacando a 200 km/h sigue dando golpes de martillos y ahora si su revés, bien parado, con el tiempo de desplazamiento que le da el territorio del polvo de ladrillo fluye, con paralelas tremendas y sosteniendo al rival en el fondo, como lo hacía Carlos Monzón en el boxeo, te pegaba 20 veces de izquierda y luego te sacudía con la derecha.

Que deben hacer los dos, todo lo que se detalló antes, Rafa meterle intensidad y peloteo para desgastar a su rival y Delpo literalmente reventarlo a palos, no hay otra opinión táctica mas sincera. Dos juegos opuestos, dos realidades distintas y algo muy importante, en varios partidos, como con Bolleli y el mismo Peque, Rafa no entró bien y perdió sus primeros saques, es un alerta para el español.