Otro partido maratónico para Rafael Nadal (1°) en este Abierto de los Estados Unidos, el número uno del mundo ha jugado 12 horas y 34 minutos en los últimos tres partidos. 

Considerando las altas temperaturas que azotan a la ciudad Nueva York, este ha sido un certamen muy sacrificado para el español.

Thiem mostró un nivel superlativo en el primer set, logró mucha profundidad tanto con la derecha como con el revés y combinó muy bien su potencia con tiros a las líneas buscando generar aperturas.

Por el lado de Nadal, este solo logró ganar siete puntos en todo el set, muchas pelotas enganchadas y múltiples intentos de contragolpes fallidos.

Durante todo el encuentro los jugadores se pararon para devolver, por lo menos, tres metros por detrás de la línea de fondo. Nadal con su drive obligó a Thiem a retroceder mucho en la cancha, pero el campeón en ATP de Buenos Aires este año hizo uso y abuso de su increíble fuerza para mantener a raya al español aún desde una zona tan alejada.

En el segundo set Nadal levantó el nivel, y por supuesto que Thiem lo bajó. El campeón defensor del US Open sacó para llevarse el parcial en el noveno game, pero el austriaco logró recuperar el quiebre perdido. Finalmente, en el décimo juego, tras varios errores de Thiem, Nadal logró poner en tablas el partido; y todo volvía a empezar.

El primer parcial ya había quedado muy lejos, Nadal estaba decidido a tomar la iniciativa, pero siempre se encontraba con una respuesta muy sólida de su rival, el cual se sentía muy motivado puesto que este fue el primer encuentro entre ambos, en un Grand Slam, donde Thiem pudo robarle sets a Nadal.

El austriaco sacó para llevarse el set en el décimo game, pero fue allí donde se soltó la bestia. Nadal hilvanó dos quiebres de servicio seguidos y se quedó con un set donde el nivel de juego mostrado por ambos fue altísimo.

Lejos de desanimarse, Thiem, siguió jugando un espléndido partido, pero ahora tenía al verdadero Rafael Nadal del otro lado de la red. El número nueve del ranking se puso en ventaja rápidamente, aunque, como sucedió en el set anterior, el español logró reestablecer la paridad.

En el duodécimo juego del cuarto set, con el saque de Thiem, Nadal tuvo la oportunidad de disponer de un primer match point, pero de manera increíble falló una volea con toda la cancha a su disposición y le dio vida a su rival.

En el tie break Thiem logró imponerse y llevó el partido a un quinto set. En ese momento el austriaco pidió permiso para cambiarse, porque estaba tan transpirado que no podía ni ponerse la pelota en el bolsillo, ya que si lo hacía esta se mojaría entera.

El quinto parcial los vio a ambos muy cansados, ya era de madrugada en Nueva York. Nadal dispuso de triple break point en el undécimo juego, lo que significaba que estaba a un paso de sacar para partido, pero Thiem, a base de excelentes saques, alargó el sufrimiento del mallorquín.

En el quinto set Nadal dispuso de un total de cinco chances de quiebre, mientras que Thiem no tuvo ninguna.

Finalmente, Nadal se quedó con el partido tras un smash largo del austríaco, quien no olvidará fácilmente este encuentro. La nueva generación cada vez presiona más a los jugadores históricos, será cuestión de tiempo para ver cuánto tardan Dominic Thiem y la Next Gen en heredar el legado de Federer, Nadal y compañía.

Para Rafa esta será su séptima semifinal en Flushing Meadows y su tercer enfrentamiento con Juan Martín Del Potro en este torneo, casualmente siempre en el marco de las semifinales.

Ahora Nadal tiene dos días para descansar antes de su duelo con el argentino, con quien se repartieron una victoria cada uno cuando jugaron en Nueva York, en 2009 el partido se lo llevó Juan Martín y el año pasado lo ganó el mallorquín.

En ambas ocasiones el ganador del partido se proclamó campeón del torneo.