El último Grand Slam del año llegó a su fin y en la final se enfrentaron dos jugadoras con jerarquía, una es leyenda, Serena Williams y otra es de la nueva generación y ya se hace notar, Naomi Osaka. En esta oportunidad, el torneo tiene una nueva protagonista, ya que la japonesa de 20 años, Osaka le ganó a la multicampeona Williams por 6-2/6-4 y levantó el primer título Grand Slam de su carrera y le quitó la chance a su rival de levantar el trofeo número 24 en categoría individuales.

Naomi, soñó desde chica jugar en algún momento con su ídola, Serena. Esta tarde en Nueva York se le cumplió y como si fuera poco, también la destronó, al menos por este torneo, y se llevó el primer trofeo Grand Slam para Japón haciendo historia frente a una de las mejores tenistas de la historia. 

El primer set comenzó 1-1, pero Naomi, dominante y agresiva, le quebró dos veces el saque a Serena, de defensa débil, y se puso 5-1 arriba. Sin más nada que hacer por parte de la estadounidense, la primera etapa finalizó por 6-2. 

En el segundo set, la japonesa siguió brillando sobre el Arthur Ashe Stadium, a pesar de encontrarse 3-1 abajo. Por consiguiente, recupera el quiebre rápidamente y la menor de las Williams con enojó estrelló su raqueta contra el piso y como previamente recibió un warning (advertencia), el umpire, Carlos Ramos, le aplicó un punto de penalidad. Como consecuencia, Naomi comenzó 15-0 el game siguiente. 

Osaka se puso 4-3 y mientras tanto, la estadounidense discutía cada vez que podía con el umpire por las sanciones que recibió, hasta lo acusó de ladrón y por lo que este le respondió con un game de penalidad y la dejo 3-5 abajo en el set. A pesar de la intervención del supervisor de árbitros y del llanto de Serena, no se podía volver atrás.

En fín, el partido lo cerró por 6-4 y la japonesa, Naomi Osaka se consagró campeona y recibió un abucheo aterrador desde las tribunas, lo que la dejó con una victoria amarga, ya que estaba consiguiendo su primer título Grand Slam, pero la actuación del público le puso triste y no se lo merecía, es la campeona. Igualmente, Serena tuvo un gesto de grandeza y en la ceremonia de consagración dijo:

"Naomi no se merece abucheos, ella jugó mejor que yo y no tiene nada que ver con lo que pasó".

 

La gente la aplaudió cuando se le entregó el trofeo a Osaka y entonces, se le comenzó a notar una pequeña sonrisa en el rostro, quién se convirtió en la campeona más joven en ganar un Grand Salam, desde Maria Sharapova en Wimbledon 2004 con 18 años.