El abierto de Buenos Aires ya se está desarrollando y los que pareciera que se van a llevar todas las miradas en el torneo de tierra batida son Kei Nishikori (5°) y David Ferrer (27°). El japonés regresa por primera vez desde el 2012, mientras que el español se adueño del título por tres años consecutivos (2012-2014).

Nishikori viene de caer en los cuartos de final de Australia frente al flamante campeón Roger Federer y debutará el miércoles ante el ganador de un duelo de argentinos: Diego Schwatzman (50°) y Facundo Bagnis (78°) se verán las caras en la ronda de 32vos. Mientras que Ferrer también se encuentra a la espera del vencedor entre Carlos Berlocq (77°) y el ruso Jozef Kovalik (121°).

El nacido en Jávea toma esta etapa como una oportunidad para resurgir y reinventar su tenis. Tras estar varios años dentro del top 10, su nuevo desafío es llegar a los mejores 20 y mantenerse. "Acepto esta nueva situación como un reto. Es muy difícil mantenerse entre los primeros puestos, pero si sigo jugando es porque creo que puedo hacer un buen papel", expresó Ferrer.

El japonés dejo muy en claro que viene a Sudamérica a ganar los torneos. "Espero ganar ambos -Buenos Aires y Río-, los he escogido porque creo que me ira bien. Este es especial porque mi entrenador es Argentino", manifestó el tenista entrenado por Dante Bettini.

Además del enfrentamiento de argentinos mencionado anteriormente se suma el de Guido Andreozzi (142°) y Renzo Olivo (92°) y otra llave local podría darse entre Leonardo Mayer (148°) y Guido Pella (83°). Siempre y cuando el bahiense derrote al español Albert Ramos-Vinolas (26°).

El ATP 250 de Buenos Aires siempre trae a grandes del circuito este año tampoco desilusionó, a partir de mañana podremos apreciar el juego de dos buenos tenistas: Nishikori, que ya dejo bien en claro que no esta de vacaciones en Argentina y Ferrer, que buscará estabilidad en la recta final de su carrera.