Elegancia, técnica, fuerza, potencia e incluso magia. Todas esas palabras describen el juego de Stan Wawrinka, que debutó en Miami con un enorme nivel de juego y de una manera muy sobria ante Horacio Zeballos. Fue victoria para el europeo por 6-3 y 6-4.

El primer set arrancó muy intenso de ambos lados. En cancha hubo dos tenistas que se destacan por tener buenas devoluciones y grandes golpes, por lo tanto se esperaba un partido de puntos cortos. Desde un principio, Wawrinka marcó el ritmo del juego, lo que ocasionó una gran complicación para el argentino.

Lo más dificil fue la devolución del saque del suizo. Zeballos no supo responder a ninguno de ellos debido a que el primero se destaca por la velocidad y la fuerza que le impone el número 3º del ranking ATP, mientras que el segundo los lanzó siempre bien alto y picado, lo que generaba una incomodidad constante para su rival.

En apenas 27 minutos,  Wawrinka coronó el primer set con mucha confianza, que se identificó con el acercamiento y el ataque hacía la red para asegurar el punto.

En el comienzo de la segunda manga, la primera raqueta suiza quebró el saque de Zeballos, con un impecable revés a una mano, considerado el más fuerte de todo el circuito. Se acomodó atrás y empezó a jugar de fondo con una mayor comodidad, logrando que el marplatense tenga que cansarce más por la movilidad demandada por el europeo.

Wawrinka manejó con mucha eficacia el acercamiento a la red para rematar los puntos y su saque, tanto el primero como el segundo. Ya en la recta final del encuentro, cuando iban 5-3 pareció jugar con poca convicción el servicio de Zeballos, pensando en que el próximo game él tendría la pelota para marcar el camino hacía la victoria.

El primer preclasificado del torneo demostró amplio poder en su brazo derecho con una habilidad impresionante para que la pelota viaje con pique y efecto. Lo que provocó la imposibilidad al 75° del mundo para hacerle partido a Stan the man que, ahora,  esperará al ganador entre el español Feliciano Lopez y el nacido en tunez Malek Jaziri.

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Sobre el autor
Santiago Ferrer
Estudiante de Periodismo Deportivo en Deportea