A dos días de comenzar una nueva edición de Roland Garros, repasamos a los campeones argentinos que alcanzaron el cielo al ganar dicho torneo; ellos fueron Guillermo Vilas, quien ganó en el '77, y Gastón Gaudio quien se consagró en 2004.

Se cumplirán 40 años desde la consagración

En el año 1977, el más grande de los argentinos en todos los tiempos, Vilas se pudo alzar con el trofeo parisino. Fue en un año en el que venía jugando con su mejor tenis, con lo cual estaba haciendo ruido en el circuito y si que logró hacerlo porque en el comienzo del torneo venció al yugoslavo Zeljko Franulovic, a quien derrotó por 6-1, 6-2 y 6-4, y luego llegó un nuevo triunfo, esta vez frente al chileno Belus Prajoux por 2-6, 6-0, 6-3 y 6-0.

El sudafricano Bernie Mitton fue el derrotado en la tercera ronda por el argentino, 6-1, 6-4 y 6-1; y en los octavos de final apareció el primer rival de gran riesgo, el estadounidense Stan Smith, décimo favorito, pero Willy desplegó un espectacular tenis para apabullar a su rival por 6-1, 6-2 y 6-1. Después llegaría los cuartos de finales donde el polaco Wojtek Fibak, noveno preclasificado, y otra vez el argentino, jugó en su mejor nivel para imponerse por 6-4, 6-0 y 6-4.

Su rival en la semifinal fue el mexicano Raúl Ramírez, pero Vilas volvió a estar arrollador y lo superó por un categórico 6-2, 6-0 y 6-3. Después de las semis, llegó a la final con 18 sets ganados, cuatro de ellos por 6-0 y apenas uno perdido. Porque en el encuentro decisivo hizo lo que quiso y se quedó con la victoria más holgada en una final de Grand Slam al vencer al estadounidense Brian Gottfried, quinto favorito, por 6-0, 6-3 y 6-0 en una hora y cincuenta y tres minutos. En Roland Garros, además de la final de 1975 y 1977, disputó otras dos más: 1978 y 1980.

También se cumplirán 13 años desde la consagración de Gaudio

Después que Willy fuera el primer argentino que se consagró en el torneo parisino, transitaron 27 años para que un compatriota volviera a tocar el cielo al conseguir dicha corona, quien fue Gastón Gaudio. Donde el debut frente a su compatriota, Guillermo Cañas, por 6-2, 2-6, 4-6, 6-3 y 6-2 no sorprendería a nadie y aún no se acercaba a la gran hazaña que consiguió, debido a que no estaba entre los favoritos pese a su buen tenis y a la buena condición en la que llegó al torneo.

Sin embargo en la segunda ronda, en un partido irregular, el argentino derrotó al checo Jiri Novak en cinco sets por 2-6, 6-4, 6-4, 5-7 y 6-3; luego venció al sueco Thomas Enqvist por 6-0, 6-4, 6-7 y 6-4 y en los octavos de final superó al ruso Igor Andreev por 6-4 7-5 y 6-3. Evidentemente su nivel de juego llamaba la atención y más aún después de apabullar en los cuartos de final al australiano Lleyton Hewitt por 6-3, 6-2 y 6-2; nuevamente sorprendería cuando se tuvo que enfrentar a su conciudadano, David Nalbandian, a quien le ganó por 6-3, 7-6 y 6-0.

En la final, Gaudio tenía del otro lado de la red a Guillermo Coria, pero los nervios lo consumieron en el primer set y entonces el Mago se le adelantó por 6-0. El Gato mejoró un poco su juego en el segundo parcial pero Coria no le dio ninguna chance, se impuso por 6-3 e iba camino a conquistar el certamen.

Pero, promediando el tercer parcial, Gaudio ganó un gran punto y ante la ovación de la gente levantó sus brazos y en ese momento de relajación selló un antes y un después en el encuentro, porque Coria comenzó a sentir calambres por lo que acabó cediendo el set por 6-4. Con claros signos de dolor, el Mago tiró el cuarto segmento por 6-1 y entonces todo se concretó en el quinto set que vivió marcado por los vigores y la irregularidad de ambos jugadores. A pesar de sus gestos de fastidio, Coria parecía recuperado de los calambres y entonces el último parcial se jugó punto a punto.

El Mago tuvo dos match points para quedarse con toda la gloria pero fue el Gato, con un revés cruzado maravilloso, el que inscribió su nombre en el trofeo de campeones de Roland Garros al ganar el último set por 8-6. Después de una gran batalla y consagración por parte de Gastón Gaudio, no volvimos a ver a un argentino campeón de Roland Garros, ni finalista del torneo; aunque siempre está latente la posibilidad de volver a contemplar a un coterráneo en un gran momento para tocar el cielo en el torneo parisino.