Blaydes llevaba seis peleas invictas desde su último encuentro, mientras que Ngannou venía de la parte posterior de dos derrotas consecutivas. Salió disparando armas en una oportunidad por el título, y después de una montaña rusa de una primera ronda, fue derribado por el entonces campeón Stipe Miocic. 

Luego, en UFC 226, no hizo nada en absoluto contra Derrick Lewis, dejando caer una decisión. En lugar de dar un paso atrás en la competencia, el UFC lo llevó a la racha de Blaydes, que venía de las victorias sobre Mark Hunt y Alistair Overeem. Una victoria pondría a Ngannou de nuevo en la contienda por el título,

Se tocaron los guantes. Ngannou abrió con una patada de rayo, luego rechazó un fallido intento de derribo de Blaydes. ¡Derribó a Blaydes!Este se puso boca abajo y Ngannou esperó un momento para que el árbitro interviniera.

Cuando no lo hizo, Ngannou pareció terminar cuando Blaydes se esforzó por volver a ponerse de pie. Ngannou estaba arrancando cuando el árbitro había visto lo suficiente y se interpuso entre ellos. ¡Qué final!

"Escucha, hombre. ¡Estoy de vuelta! ” Ngannou le dijo a Dan Hardy después. “2018 fue un año difícil para mí ... tuve que crecer como luchador. Para finales de año, he aprendido más que toda mi carrera ".

Dijo que se propuso lanzar, especialmente después de su última pelea con Lewis, en la que se mostró increíblemente indeciso. Recordó que había prometido un espectáculo a los aficionados chinos. 

Luego señaló que Junior Dos Santos o Alexander Volkov tendrían sentido para su próxima pelea, pero realmente quiere vengar su derrota ante Stipe Miocic, diciendo que no se acercó a esa pelea la primera vez y que le encantaría "arreglarla". Si sigue ganando así, sin duda tendrá la oportunidad de arreglarlo.

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