El Coreano Jung ha tenido altas y bajas pero siempre clavando el visto bueno de por qué es uno de los peleadores más llamadores de la era moderna; y pese a que muchas veces es recordado por quedarse sin gasolina ante una oportunidad titular contra Jose Aldo en 2012; en donde luego de ese combate se alejó del octágono por obligaciones con su país (Corea del Sur).

Después retornaría en 2017 para poder volver con un triunfo por nocaut ante Dennis Bermudez, para acto seguido volver a besar el lienzo cuando se enfrentó al siempre polémico Yair Rodriguez.

Pero en la pelea de anoche contra Renato Moicano, volvió a entrar a la jaula de los ocho lados para dejar una declaración contundente en donde se puede decir que “El Zombie Coreano” no está del todo muerto. Eso se debe a que sobre el final del primer round Jung respondió con un simple golpe para salirse de la línea y golpear a Moicano con un gancho de derecha que casi le quitó la cabeza pero lo tuvo que perseguir hasta el lienzo para asegurar su contundente victoria a los 58 segundos de la primera ronda.

Ahora con dicha preeminencia, el asiático no solo ratificó su buen nivel de MMA que obtiene cada vez que se encierra en la jaula, sino que se empieza a posicionar de la mejor manera dentro de la fornida y emocionante categoría de peso pluma en donde queda con un récord de 15-5 en su carrera y 5-2 en la UFC.

Y si dialogamos sobre emociones, se debería especular con positividad que es lo que se podría venir en el futuro porque Jung tiene un reto lanzado, después de la pelea, por Jeremy Stephens en donde se espera que acepte para obtener una revancha de lujo entre ambos hombres.