El equipo de Julio Velasco dio un batacazo histórico al vencer al conjunto ruso en sets corridos. Así Argentina cerró el segundo fin de semana de la Liga Mundial con un saldo positivo después del triunfo por 3 a 2 a Francia, último campéon de este torneo.
Antes de comenzar el encuentro, cualquier aficionado hubiera dicho que ganarle a Rusia, tercero en el ranking mundial, era imposible. Pero parece que estos pibes todos lo pueden. Si bien Argentina jugó un partido perfecto con un nivel muy parejo en todas las líneas, la clave estuvo en la defensa y la recepción. Así Luciano De Cecco pudo distribuir el juego de manera ideal para que los atacantes receptores como Nicolás Bruno y Cristian Poglajen se convirtieran en los máximos anotadores.
Desde el primer set se vio un equipo sólido y muy concentrado. Con el juego predominante por las puntas Argentina se llevó sorpresivamente el primer parcial por 25-18.
En el segundo set cuando se esperaba la reacción del rival, el conjunto nacional sacó una diferencia de cinco puntos que Rusia nunca pudo doblegar. Esta vez con más participación de los centrales Pablo Crer y Sebastián Solé.
Teniendo en cuenta el contrincante, era muy difícil mantener el nivel y la respuesta rusa parecía llegar, ya que estuvo dos puntos arriba gran parte del tercer set. Pero con una gran actuación del líbero Alexis González, el equipo argentino logró emparejarlo y finalmente cerrarlo con un bloqueo del opuesto, Bruno Lima, por 28-26.
El próximo fin de semana el equipo de Velasco viajará a Teherán para enfrentar a Irán, Italia y Serbia.
Este triunfo histórico hace pensar en que estos chicos están preparados para darle pelea a cualquiera pensando en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde Argentina volverá a jugar contra Rusia en la segunda presentación del certamen el 9 de agosto a las 9.30.
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