El equipo local salió desde el primer minuto a buscar el partido en territorio rival, se encontró con un esquema (4-4-1-1) que cerraba todo tipo de espacios, poniendo a diez hombres detrás del balón. Nacional controló la pelota con paciencia y tuvo bastante profundidad a la hora de intentar llegar al arco contrario, aspecto que tenía pendiente el conjunto de Almirón.

Los verdolagas se hicieron con el 82% de posesión, contra un equipo que si bien estuvo ordenado hasta la expulsión de su mediocampista (Luis Luna), tuvo muchas desconcentraciones producto de su inexperiencia, errores ingenuos en defensa que propiciaron acercamientos de Nacional desde los 10 primeros minutos de partido. Antes del gol de Dayro Moreno, el equipo antioqueño había rematado dos veces a puerta y generó varias aproximaciones.

El penalti que transformó en gol el delantero verde (DayroMoreno), fue consecuencia de un error individual en marca de Delfín, lo cual produjo la desventaja para el equipo de Manta en el marcador y acabó con un plan táctico defensivo con el que buscaban llevarse un punto de Medellín, terminaron siendo goleados. La expulsión de Luna, ingenua además, desconcertó por completo a un equipo que jugaba su primer partido internacional por fuera de casa y contra el campeón de la Copa en 2016.

Al comenzar el segundo tiempo Nacional aumentó la diferencia con un "gol de camerino", apenas corría el primero minuto cuando se gestó una jugada entre Delgado, Castellani, Macnelly y Vladimir por el sector derecho del rival, la cual terminó con una habilitación de lujo que le hizo Dayro a Vladimir, que no pudo rematar pero habilitó a Reinaldo Lenis quien disparó de pierna zurda y venció al guardameta ecuatoriano.

El tercer tanto de Nacional fue producto de la confianza, la libertad que tuvo para jugar, la resignación del rival y las libertades de pase que tuvo el equipo al borde del área contraria, donde se tejió una jugada brillante, otra habilitación magistral de Dayro que dejó pasar el balón para que el capitán de la noche, Macnelly Torres Berrio, pudiera sellar un partido que desde el primer tiempo estaba controlado.

Delfín jugó como lo que es, un equipo desconocido que apenas está explorando tierras internacionales. El cuarto gol de los dirigidos por Almirón fue un fiel reflejo de eso, una desconcentración de equipo amateur en un tiro de esquina, el cual el “mago” (Torres) habilita a Reinaldo Lenis para que este rematara suavemente a las manos del arquero Corozo, quien no pudo atrapar el balón y se decretó el 4-0 final.

En este encuentro ocurrió lo normal, lo que todo el mundo esperaba. Atlético Nacional salió en busca del resultado y Delfín, en medio de todas sus limitaciones, protegió encerrado un resultado que duró hasta la mitad del primer tiempo. El equipo ecuatoriano pagó caro su inexperiencia, sobre todo por la expulsión, mientras que los “paisas”, con seriedad y respeto por el rival, buscaron concretar y cerrar el partido.

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Sobre el autor
Jose Luis Hernández Henao
Estudiante de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín.