Muchos podrían decir “Obvio, es el DT” pero el reconocimiento y el mérito del DT argentino no debe ser sólo por esto (sin desmeritar que sus planteamientos han sido prácticamente brillantes) sino porque creyó siempre en su grupo de jugadores, aún cuando las críticas arreciaban para algunos, Pékerman  siempre los respaldo y hoy la familia que ha formado le da los resultados y el espaldarazo a su confianza en la cancha.

En el arco prácticamente no hubo dudas por parte de periodistas y aficionados, David Ospina siempre fue el titular indiscutido pese a su lesión a mediados de temporada y Pékerman siempre tuvo claridad en que sería su cerrojo en Brasil, en cuanto a los suplentes el DT le ganó el pulso a todos, ya que siempre ha sido muy criticado por convocar y alinear en amistosos al veterano Faryd Mondragón en lugar de Camilo Vargas, pero en los calentamientos e incluso en las celebraciones de los goles se ve la importancia de Faryd para “hacer grupo” además de que los tres porteros mantienen muy buena relación y cada uno sabe y asume su función en el grupo. Primer punto para Pékerman.

En la defensa es donde el DT argentino le gano la pulseada a absolutamente a todos aquellos que dudaban, ya que pese a ser la menos vencida de toda la eliminatoria, muchos (o casi todos) dudaban de la solidéz de la primera línea del equipo en lo que sería Brasil 2014. Inicialmente se habló de la de la avanzada edad del capitán Mario Alberto Yépes, de la inseguridad que denotaba Luis Amaranto Perea y de la poca seguridad que podrían brindar Cristian Zapata y Carlos Valdés, además de la “cometa” que resultaba ser Eder Álvarez Balanta, todo esto creció con la lesión de Amaranto que pese a las críticas era el socio de Yépes en la zaga. Pues bien el DT confió a muerte en su capitán (como siempre lo ha hecho) y puso a su lado a Cristian Zapata, ¿Resultado? Una zaga completamente impasable liderada por un Yépes que no aparenta 38 años en su forma de jugar (¡Impresionante rendimiento del capitán hasta ahora!) acompañado por un Zapata rápido y seguro que ha acudido a la memoria táctica de ambos, ya que fueron compañeros dos temporadas en el AC Milan, además en el banquillo Valdés da seguridad y es un gran relevo mientras que Álvarez Balanta demostró en los amistosos que es polifuncional y está en gran estado de forma, por lo que él cuento de la “cometa” es más resultado de la envidia de algunos que cualquier otra cosa; pero no solo en la zaga central Pékerman se sacó el clavo, ya que por las bandas están Camilo Zuñiga y Pablo Armero de quienes mucho se habló previo al mundial, ya que, aunque ambos fueron titulares en la eliminatoria, en la última temporada estuvieron acompañados de la mala fortuna, ya que Zuñiga sufrió una lesión que lo tuvo más de seis meses sin jugar, mientras que Armero fue suplente toda la temporada en Nápoles y West Ham, ambos llegaban sin ritmo y sin mucho juego acumulado sin embargo, Pékerman se la jugó por ellos y hasta el momento han respondido de gran manera. Como revulsivo de ellos está Santiago Arias, lateral de quién se llegó a dudar debido a su juventud pero que en los amistosos y ahora en el mundial, ha mostrado un rendimiento más que sobresaliente jugando incluso a perfil cambiado, este sin duda ha sido de los grandes descubrimientos del DT argentino. La zaga le da el segundo punto a Pékerman, y por partida doble.

En el mediocampo el buen José se dio a la tarea de reemplazar al lesionado Edwin Valencia, tras la baja del vallecaucano una vez más se dudó del equilibrio que tendría el equipo tricolor en Brasil, pero Pékerman no dudó, decidió confiar en “la roca” Sánchez (de irregular eliminatoria) y este ha resultado FIGURÓN en los dos partidos del mundial, junto a el ubicó con funciones mixtas a Abel Aguilar, que pese a llevar 10 años en la selección mayor (¡Si, 10 así no parezca!) aún es criticado por gran parte de la afición, puede que no brille y sea rocoso, pero su función (tan silenciosa como efectiva) es vital para la selección, además es líder y Pékerman lo sabe y lo asume, por eso no se les haga extraño que tras la salida de Mario Yépes de la tricolor (tristemente cada vez más cercana) sea el quien asuma la capitanía y el liderazgo del equipo; como relevos de ellos están Alex Mejía y Freddy Guarín que han sido criticados también por diversos motivos a lo largo de todo el proceso pero que han cumplido cuando el DT los ha requerido y sabrán responder si se les requiere más adelante en Brasil; algunos metros más allá, Pékerman le entrego el manejo del equipo a un jovencito llamado James Rodríguez, ¡Le pesa la 10! Dijeron algunos, ¡Se arruga en los momentos importantes! Dijeron otros, pues bien James ha respondido desde la eliminatoria y actualmente es considerado por la misma FIFA en el 11 ideal del mundial, junto a el están Juan Guillermo Cuadrado (que es de los pocos que nunca ha recibido críticas) y Víctor Ibarbo que es otro descubrimiento de José Pékerman, quien lo acercó, le dio confianza y lo alineó, y, hoy día, le da resultados en la cancha, además como relevo de ellos están Carlos Carbonero quien llegó a última hora pero seguramente sabrá responder y Juan Fernando Quintero, quien fue tratado de “cometa”, “inflado” y mucho más, además de ser desacreditado debido a su juventud,  pero  a punta de talento e incluso goles ha demostrado porque está en el equipo y se perfila incluso como jugador joven del mundial, sin duda sería un premio gigante para el “enano” que tiene más futuro que presente y un reconocimiento a la confianza a la sapiencia del DT argentino. Una vez más punto para Pékerman.

Arriba está quizá el mayor punto del DT, ya que él se la jugó en la eliminatoria por un Teofilo Gutiérrez que atravesaba quizá el peor momento de toda su carrera deportiva y él supo responder de la mejor forma, por esto lleva la “9” ante la ausencia de Radamel Falcao García y seguramente seguirá marcando diferencia en la cita orbita. Como relevos de él están Carlos Bacca a quien Pékerman consolidó en la selección cuando era suplente en Bélgica pero que no ha podido debutar en el mundial por una lesión, Jackson Martínez que pese a su sequia siempre ha sido llamado y Adrián Ramos, a quien Pékerman decidió volver a acercar a la selección en vísperas del mundial y que seguramente recibirá su oportunidad pronto.

Como ven, Pékerman nos llevó de la incertidumbre al gozo, el mérito es de él que siempre creyó en su grupo y lo aisló de críticas, aún cuando algunas de ellas eran muy injustas. Pékerman ha dado clases magistrales sobre el valor de creer y no se cansa de demostrar que su contratación, por parte de la federación, ha sido un total éxito, y nosotros, don José, nunca nos cansaremos de agradecerle por todo lo que ha hecho por la selección, usted creyó y apostó en 2012 por una Colombia sumida en la incertidumbre, nosotros, todos los colombianos hemos creído en usted y en ningún momento nos ha decepcionado. ¡Gracias profe Pékerman!