Después de descender aquel 17 de diciembre de 2011, el América de Cali dejó de ser lo que tradicionalmente fue, y lentamente se fue convirtiendo en un equipo que da mucho de qué hablar, y no precisamente por ser un equipo ejemplar.

La noche de ayer, en el Estadio Pascual Guerrero, América de Cali recibía a Deportivo Pereira por la segunda fecha de los cuadrangulares del Torneo Postobón 2014-II. Los escarlatas venían de empatar en Bello frente a Rionegro por la primera fecha, en el partido debut de El Chiqui García, que asumió después de la renuncia de Jhon Jairo López. En ese partido como visitantes no mostraron nada de fútbol, pero surgió la justificación de que con el poco tiempo de trabajo del director técnico, y que en el partido de ayer se vería un América distinto.

Esto no pasó. América de Cali se vio totalmente doblegado por un Deportivo Pereira que planteó un gran partido. Lamentablemente, cuando los matecañas anotaron el 0-2, y los barristas ubicados en la tribuna sur del Pascual empezaron a patear las vallas de seguridad, logrando tumbarlas al suelo y así tratar de ingresar al campo de juego. Los policías detuvieron eficazmente a estos inadaptados, que ante la situación decidieron devolverse a la tribuna. 18 personas terminaron heridas adentro del estadio.

Ahí no acabó el problema, de hecho, esa es la parte no tan grave. Los hinchas del Deportivo Pereira que viajaron a la ciudad de Cali fueron sacados del estadio desde el entretiempo, precisamente para evitar disturbios, ya que desde antes de que se acabara la primera parte del partido, los ánimos estaban encendidos. Los hinchas pereiranos salieron con un buen comportamiento del estadio, e hicieron lo que la policía les pidió. Sin embargo, cuando los hinchas del América se devolvieron a la tribuna después de intentar ingresar al campo, vieron a varios hinchas pereiranos afuera del estadio, por lo que decidieron ir a buscarlos.

El enfrentamiento fue corto entre estas dos barras debido a que los hinchas pereiranos que se encontraban afuera del estadio en la parte sur. Cuando la policía llegó al lugar de la batalla campal, los integrantes de la barra Barón Rojo Sur, no contentos con lo ya decidido, decidieron enfrentarse a la policía y esparcirse por los alrededores del Estadio Pascual Guerrero para hacer daños. Entre esos daños, un bus de transporte público y varios avisos rotos, fuera de las decenas de asientos quebrados y arrancados de su lugar, y los dibujos hechos en los baños del este hermoso estadio.

Estos enfrentamientos no solo son muestra de lo peligrosos que pueden llegar a ser los barristas, sino lo mucho que pueden perjudicar a su equipo.

El partido por obvias razones se dio por terminado, el resultado hasta ese momento era favorable para el Pereira 0-2, y era totalmente dominado por los matecañas. Lo único grave de este encuentro no fue solamente el mal comportamiento de algunos desadaptados hinchas del público local, sino también el nivel de fútbol que presentó el equipo local. Hasta un amistoso se debe jugar con intensidad, y este grupo de jugadores no juega con intensidad tan ni siquiera la última oportunidad de ascender este año a la 'A'

Los afectados son todos. La hinchada americana que tendrá que seguramente ver por televisión lo que resta de cuadrangulares, porque habrán sanciones para esta plaza para el América de Cali, así lo indicó el alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero. Los jugadores que hicieron que estos vándalos se desesperaran y dañaran el partido, no han mostrado absolutamente nada de fútbol a lo largo del semestre. Y esta mala directiva, que le dio confianza primero a Jhon Jairo López para que armara un equipo para 'jugar con bandas abiertas' pero que ni por las bandas, ni por el centro, ni por ninguna parte ha jugado bien y luego a El Chiqui para lograr el ascenso este año o en enero del próximo, y ambas posibilidades se ven muy lejanas.