El segundo choque de la final del Torneo Postobon estaba listo. El ambiente en el Estadio Centenario de Armenia, era el propicio para acoger uno de los momentos más importantes y únicos en el fútbol, que solo 2 equipos tienen el gusto de disputar y luchar por quién será inmortalizado como el mejor de todos en este segundo semestre en la 'B'.

Primer Tiempo: 20 minutos de locura en el Centenario.

Al hermoso gramado del Estadio mundialista de Armenia, saltaban los dos conjuntos que mejor hicieron las cosas en esta segunda parte del semestre en el Torneo Postobon. Quindío y Rionegro, se volvían a encontrar frente a frente, luego del 1-0 a favor de los ‘Leones’ en casa, que marcaba cierto favoritismo de los paisas para el encuentro de vuelta, pero al frente tenían a un equipo que no vacilaría en ningún momento para encontrar la mejor situación para hacer gritar a los miles de hinchas que colmaron el Centenario.

El central chocoano Gustavo Murillo, dio el pitazo inicial y las emociones se encendieron entre los hinchas del milagroso, que solo debieron esperar 2 minutos para entonar el primer grito sagrado de la noche. Un centro preciso de Jackson Montaño por el flanco izquierdo, encontró a Mauricio Arquez, que no la pensó dos veces y remató con clase hacia el pórtico de Cadavid y facturó así el 1-0 en el partido, que representaba el empate en el global. El público entono un solo grito de gol, que resonó en toda la ciudad e hizo vibrar los cimientos del estadio.

Todo hacía prever que el Quindío se iría encima de Rionegro, ante este golpe tan tempranero, pero el conjunto paisa sacó la casta de buen visitante y al minuto del gol ‘cafetero’, José Moya empató las acciones y volvió a poner arriba en el global 2-1 a los dirigidos por Álvaro Hernández. Que se disponían a replegarse bien en el campo de juego y jugar con la presión del local.

Un local que ante el gol en contra no bajó sus revoluciones en el ataque y siguió arremetiendo ante la saga defensiva visitante. Varias fueron las oportunidades. El goleador Wilson Carpintero tuvo una clara de cabeza, pero que el portero Cadavid supo desviar con mucha clase. Aunque la revancha para el Pajaro le esperaba 11 minutos después. Jackson Montaño, nuevamente hacia diabluras por la banda, esta vez se perfiló por la derecha y mandó un centro teledirigido hacia la testa del ‘Pajaro’, que picoteó la pelota y la metió dentro de la red; para el tercer gol de la noche.

Tres goles en menos de 20 minutos reflejaban la intensidad con la cual estos equipos encaraban el partido. Fueron 20 minutos de vértigo, juego por las bandas, asociaciones en el medio campo y sobre todo de coraje y entrega de 22 guerreros que terminaron los primeros 45 minutos con un 2-1 en el marcador y un global empatado a dos tantos cada uno.

Segundo Tiempo: Goles con olor a café

Los últimos y definitivos 45 minutos del Torneo Postobon II, daban inicio y los chicos de Prince salieron con un solo propósito: llevarse la final y así poder disputar este martes, el doble cruce ante Jaguares por el cupo en la A.

Quindío descolgó por las bandas a Rionegro que se vio disminuido ante el poderío ofensivo que demostraron los locales. Una de esas incursiones por las bandas, hizo llegar el 3-1. Roy Castillo avanzó como 'alma que lleva el diablo' por la banda derecha y centró en búsqueda del goleador Carpintero, pero este resbaló en su intención de llegar al balón pero el rebote le quedó preciso a Yilmar Filigrana que sin titubear estampó el 3-2 en el global. El Centenario estallaba en alegría, ya que sabían que este gol les acercaba mucho más al tan anhelado título.

El transcurso de la segunda parte fue un trámite inteligente del equipo de Prince, que esperó bien parado en defensa, las incursiones fallidas de Rionegro que al paso de los minutos se desesperaba por encontrar el gol. El cronómetro marcaba 88 minutos y los visitantes estaban mandados al ataque, lo cual dejó huecos en defensa y esto fue aprovechado por la velocidad de Deiner Quiñones, quien se encontró mano a mano con los centrales de Rionegro, encaró a ambos y con un potente zurdazo venció al portero Cadavid y colocaba cifras definitivas en el marcador.

Con esta anotación la pizarra quedó 4-1, el global 4-2, y el equipo de la ciudad milagro se alzaba con la copa del Torneo Postobon II. Un título que se fue armando desde la sabia elección de las directivas ‘cafeteras’ por Miguel Augusto Prince, como el timonel de este barco cargado de café e ilusiones, que necesitaba de un capitán serio y comprometido que llevara a todos estos muchachos hacia la gloria.

Ahora el nuevo reto de Prince y sus muchachos, será la Gran Final ante Jaguares de Córdoba que iniciara este martes 9 de diciembre, para definir quién será el nuevo inquilino de la A y quién jugará la promoción ante la UniAutónoma.