River Plate se coronó campeón de la Copa Sudamericana 2014 venciendo 2-0 a Atlético Nacional, esta noche en el Estadio Monumental de la ciudad de Buenos Aires en la vuelta de la final del campeonato internacional.

La noche de la capital argentina se vistió de color rojo, blanco y verde por la definición del torneo con los dos últimos campeones de Argentina y Colombia, el primero con la posibilidad de coronarse frente a su gente y el otro a dar el golpe en una cancha muy difícil.

La propuesta ofensiva era para River que por la pelota quieta inquietaba en el área pero Franco Armani rechazaba cada balón con la seguridad que lo ha caracterizado en la campaña de los antioqueños.

Nacional en el contragolpe trató de buscar a Berrio y Ruiz, dos delanteros veloces, pero no lograban concretar ninguna jugada de ataque además de que se encontraban con otro excelente guardameta como Barovero.

Teófilo Gutiérrez, la cuota colombiana en River, era el arma principal de los argentinos adelante y sí que fue peligroso porque en más de tres ocasiones la tuvo para empezar la fiesta en el Monumental, dos con remate cruzado y un mano a mano, pero gracias al portero verdiblanco, que atajó de todo, no permitió anotación alguna.

Los visitantes también estuvieron cerca en una que otra opción, como aquella de Ruiz que se fue por un costado y la de Cardona que contuvo Barovero, sin embargo llegaron los clubes al descanso sin abrir el marcador pero con muchas emociones.

Los equipos llegaron al segundo tiempo con el objetivo de abrir la pizarra para tener confianza en el partido, y fue a los 55 minutos que Mercado, tras cobro de esquina de Pisculichi, cabeceara para vencer a Armani luego de tantos intentos, poniendo así, arriba a los argentinos que celebraban en las tribunas y banco técnico.

River continuó atacando sin parar ante la baja reacción visitante y con la misma fórmula de pelota quieta, con el volante cobrando de tiro de esquina, llegó Pezzella de cabeza y amplió la ventaja ante la inquietud de Juan Carlos Osorio, que miraba cómo sus dirigidos jugaban mal.

Nacional no concretaba ninguna, todas eran cortadas por su rival y los cambios no le resultaban al técnico de los antioqueños, en cambio los argentinos estaban más tranquilos y seguros jugando con la desesperación del cuadro verdiblanco.

De ese equipo casi invencible en Colombia cuyo fútbol descrestó a muchos no quedó nada en Buenos Aires frente a un conjunto que a pelota quieta definió antes de los 60 minutos el partido y el campeonato.

El juez marcó el final del partido y comenzó la fiesta en el Monumental con el coro de "River Campeón" en las tribunas y que esperan continuar hasta el domingo cuando definan el torneo argentino, que Racing también pelea.

Nacional se vio sin alma en el campo de juego y se va a Medellín completando 14 años sin títulos internacionales y con la esperanza de por lo menos pelear por otro título local cuando enfrente al complicado Independiente Santa Fe, que tiene la opción más clara de clasificar.