Faryd Camilo Mondragón Alí es de esos personajes que sirven como ejemplo de superación, de que hay prejuicios sin validez, de que no hay nada imposible. A los 40 años volvió al club de sus amores, el que lo dio a conocer, el Deportivo Cali. A los 41, de la mano de Jose Nestor Pekerman volvió a la Selección Colombia como suplente de David Ospina. Todos lo daban por retirado, sin embargo, su pasión por el fútbol y por los colores que defendió, lo hacían entregarlo todo como si fuese su primer partido.

Un capitán que le da moral a sus compañeros, y que los corrige cuando es necesario, muy amigable y de gran nobleza, así definen a Faryd Mondragón sus más allegados compañeros de equipo. Empezando como un canterano del Deportivo Cali, a ser un hombre conocido por todo el mundo por la cantidad de records que batió en su carrera como guardameta.

Faryd es una leyenda. No porque no exista, o sea fruto de la imaginación, sino porque es un personaje digno de admirar, un héroe nacional. Un héroe sin capa, ni antifaz, sino con guantes y una entrega que solamente se le ha visto a él en el mundo. Es de esos pocos futbolistas que al pasar de los años siguen intactos en la memoria de las personas. Los hijos de los que lo vieron triunfar, seguramente sabrán quien es Faryd, y qué hizo por el Fútbol Profesional Colombiano.

Al pasar de los años, la leyenda de El Turco se conservó. Muchos lo daban por retirado en muchos puntos de su carrera, pero una carrera tan magnifica debía terminar de una manera magnífica. "Tienes que darme tu secreto para conservarte así" le dijo a Faryd el técnico holandés Louis van Gaal después de un partido Holanda - Colombia en Amsterdam, el pasado año. No hay persona que admire el buen fútbol en el mundo y que no reconozca esta leyenda.

Dos juegos complicados en cualquier eliminatoria, contra Uruguay y después contra Chile. Jose Nestor Pekerman tenía que dar su lista de convocados después de tres partidos que dejaban un mal balance. Una derrota frente a Argentina como local, una victoria frente a Perú por la mínima como visitante, y una derrota frente a Ecuador por la mínima como visitante. Pocos creían en su proceso. Pekerman decidió llamar, a los 41 años de edad, a Faryd Mondragón que se encontraba en el Deportivo Cali.

"Eduardo Niño me dijo que Pekerman quería hablar conmigo, después de eso me reuní con él. Me dijo que estaba contento con David, pero que necesitaba alguien que le brindara experiencia al equipo" relató Faryd como fue su regreso a la Selección Colombia.

El Turco era de los fijos para el Mundial de Brasil, después de haber sido convocado en el resto de partidos de Eliminatorias Mundialistas. Y así fue, Faryd Mondragón era convocado para la máxima cita futbolística del mundo.

El primer partido contra Grecia lo atajó David Ospina, de gran manera. El segundo partido contra Costa de Marfil también fue atajado por Ospina. El tercer partido contra Japón fue titular David Ospina, pero no terminaría el partido, porque había un deber: hacer que Faryd cerrara su carrera con algo historico.

Jackson Martínez marcó su segundo gol en el partido al minuto 81, con el que Colombia se ponía 3-1 en el marcador, y sentenciaba su líderato en el grupo. Pekerman celebró el gol y fue a llamar a Mondragón. El guardameta que cumplió 43 años días antes de aquél partido se paró de su asiento y le dio uno de los más emotivos y recordados abrazos en la historia de Colombia. Él ya sabía lo que quería decir ese llamado: cerraría de esa manera su carrera. El abrazo fue muestra de agradecimiento, y mostró la nobleza de un hombre de 1.91 metros, al cual la alegría no le cabía en el cuerpo.

Al minuto 83, se anunciaba un cambio. Arquero por arquero. El 22 entra por el 1. Mondragón por Ospina. A David no le molestó en absoluto, por el contrario le alegró mucho. Dio muestra del respeto que le tiene a Faryd, y además la gran amistad que sostiene con él. Todo el estadio aplaudió, porque sabían que Colombia hacía historia. Faryd Mondragón hacía historia. El jugador de más edad en jugar un partido de un Mundial de Fútbol.

Ospina haciendo reverencia a Mondragón antes de salir del campo. Foto: trome.pe

Hubo euforia por la entrada de Faryd, el estadio coreaba su nombre. Al minuto 89 James Rodríguez anotó el cuarto del partido que sentenciaba el partido. Más sin embargo, no lo terminaba. El juez añadió tres minutos, y al segundo minuto de adición, Hasebe disparó adentro del área a quemaropa contra el arco de Colombia. Ahí estuvo Faryd para atajarlo con la pierna derecha. La última atajada de su carrera. Toda Colombia estaba rendida ante esta gran leyenda del Fútbol Profesional Colombiano.

Terminado el partido, todos fueron a abrazar a Faryd. Con lagrimas entre los ojos, saludó al publico, y se despidió de su carrera futbolística, una carrera de más de un cuarto de siglo.

La leyenda sigue viva, y lo seguirá para siempre.

Gracias por tanto, Faryd Mondragón.