A Wilson Jaime Gutiérrez Cardona se le ve siempre tranquilo. No parece desesperarse nunca, ni siquiera cuando su equipo anota goles. Así es también cuando habla, cuando se dirige a las cámaras y a los micrófonos. Siempre la amabilidad por delante, el respeto por el otro es lo primordial para él.

Rojo de corazón

Ídolo en las toldas santafereñas, de la entraña capitalina. Nacido en Bogotá y jugador de Independiente Santa Fe, el mismo equipo al que técnicos de renombre jamás pudieron sacarlo campeón, este humilde hombre de 43 años logró devolverle la gloria tras 37 calendarios sin dar una vuelta olímpica.

Con este gol Santa Fe fue campeón tras 37 años de ayuno

Gutiérrez tomó las riendas de Santa Fe en 2011, luego de que Arturo Boyacá fuera cesado del banquillo técnico. Nadie lo conocía, nadie recordaba que había jugado en el club, incluso apostaban por un fracaso seguro. Si hoy le preguntan al hincha santafereño por Wilson, le brillan los ojos. No lo olvidan.

Con el club de sus amores, Gutiérrez dirigió 183 partidos. Ganó 78, empató 58 y perdió 47, lo que significa un rendimiento del 53,18%.

Durante los cuatro años que el entrenador dirigió a Santa Fe ganó la Liga I-2012. Obtuvo la Superliga tras derrotar a Millonarios, en 2013. Alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores 2013. Fue subcampeón de la Liga I-2013, llegó además a dos semifinales de Liga y a cuartos de final de la Suramericana 2012.

Segunda experiencia

Tras su exitoso paso por Santa Fe, Deportivo Pasto se hizo con los servicios del estratega bogotano. Sus buenos resultados en un club importante del país, hicieron que los directivos nariñenses confiaran en Gutiérrez.

Para iniciar su paso en el sur del país Wilson confió en algunos jugadores que tuvo bajo su dirección en Bogotá como Hugo Acosta y Emanuel Molina.

Pese al esfuerzo del técnico, Pasto tuvo una temporada para el olvido, ocupando la penúltima posición de la Liga Postobón-II. No fue suficiente que el equipo mostrara buen fútbol por momentos, pues los resultados no acompañaron y así solo se hubieran cosechado seis derrotas, los tres triunfos no fueron suficientes; pues el conjunto del Galeras empató en nueve oportunidades.

Eso significó sumar 18 puntos de 54 posibles, un rendimiento apenas del 33,33%.

La suerte fue similar en la Copa Postobón, Deportivo Pasto ocupó la cuarta ubicación -entre seis equipos- del Grupo E. De 30 puntos posibles sumo 14, luego de ganar cuatro partidos, empatar dos y perder otros cuatro. 46,66% fue su rendimiento.

Debido a estos números las directivas nariñenes decidieron terminar con el contrato del entrenador capitalino. Hoy en día Gutiérrez está sin dirigir y solo espera un nuevo reto donde pueda demostrar, porque fue campeón con un equipo que llevaba 37 años sin lograrlo.