Siloé es un lugar donde la violencia se apodera de cada esquina de aquella invasión, ubicada en las montañas que adornan la Sultana del Valle. Voy pasando por la Avenida de los Cerros y ventea fuertemente; ya eran las 5 de la tarde, hora del chocolate con pan o café con pandebono caliente,  muy característico de la cultura caleña. A lo lejos, se ve esa casa tan particular, tres pisos, toda pintada de verde, 8 estrellas grandes y en las paredes escritos de TVG, que significa "Tantas veces glorioso".

Don Germán Elías Cruz es el dueño de esta particular casa que fue construida hace 37 años en compañía de su hijo, quien fue constructor y asesinado años después por circunstancias aún desconocidas.

Don Germán llegó a Cali desde el año 49 y gracias a sus amigos fue que por primera vez conoció el estadio Pascual Guerrero y al ‘glorioso’ Deportivo Cali. Desde ese momento es más hincha que ningún otro. Él, un señor de 69 años, delgado, de piel trigueña, baja estatura, de familia humilde y muy orgulloso de la persona que es, no vive solo, lo acompaña su esposa Fabiola Salinas y tres de sus cuatro hijos.

En la entrada, unos arbustos verdes con flores moradas y amarillas adornan la angosta puerta de su casa, o el 'Castillo Verde', como es conocido. Por dentro, su afición se ve puesta por todos lados, con ventanales blancos y una de las mejores vistas de la ciudad, cortinas color verde limón, y en las paredes, cuadros del equipo ‘verdiblanco’ de los años 64, 86 y 96. También muestra su colección de gorras del Cali, sus camisetas y las camisetas de su esposa e hijos. Además, tiene fotografías de cómo era su casa en años anteriores, cuando era de un piso y sólo pintadas 5 de las 8 estrellas que ahora su equipo del alma tiene.

La casa fue construida en ladrillos pintados de blanco y en las ranuras de color verde oscuro. En su cuarto, el señor Cruz muestra con entusiasmo su cama doble que tiene puesto un cubre lecho del escudo del Cali. Encima de su cama, está un cuadro del Señor de la Misericordia y unas estrellas grandes. Don Germán sólo cree en Dios, la Virgen y en el Deportivo Cali.

Subiendo las escaleras para llegar a la terraza, que también están decoradas con el escudo y las 8 estrellas, se puede observar de mejor manera la bella ciudad de Cali y las montañas que lo rodean; una vista que muchos desearían tener y que tiene el señor Cruz, quien se siente más que privilegiado.

En las paredes que rodean la terraza, aproximadamente de un metro de altura, están las fechas en las que el equipo verde de la 'Sultana del Valle' ha sido campeón. Con felicidad las muestra y espera que pueda llenar todas las paredes y poder repetir y cumplir la frase que se inventó el periodista cubano, José Pardo Llada,  radicado en Cali y también hincha a morir de los azucareros; que la recuerda en cada parte externa de su casa: “Tantas veces Glorioso”.

Doña Fabiola, que acompaña a Don Germán hace 40 años, es una mujer muy tranquila, de baja estatura, cabello corto y también caleña hasta los huesos. Hablamos de su esposo y mientras camina por su cuarto para abrir la puerta del balcón, me va diciendo:

-Él dice que si le regalan algo, que le regalen algo verde, algo blanco, algo con verde y blanco. -dice doña Fabiola-
-¿A don Germán le gusta mucho esos colores, verdad? -le pregunto-
-Sí, él quisiera que yo a toda hora también me vistiera verde y blanco.
-¿Y en las celebraciones familiares utilizan los mismos colores? -agrego-
-En las fechas especiales, como el día del padre, en diciembre y todo, buscamos algo verde y blanco. Tenemos vasos, toallas, de todo. Pero todo para él, así sea blanco debe de tener su punto verde. -puntualiza la compañera de vida de este apasionado hincha verdiblanco-

A doña Fabiola Salinas no le incomoda los gustos de su esposo, ya está acostumbrada y sin ningún tapujo dice que está más que orgullosa de eso y de vivir en el 'Castillo Verde'. Además, sus hijos, nietos y sus cinco bisnietos, aseguran que esta pasión durará de generación en generación.

Una zona de paz en medio de Siloé

Aunque la casa es muy reconocida por el sector, el barrio Siloé también lo es. Ha sido uno de los barrios más peligrosos de Cali y en el 2014 fue catalogado como el sector de más homicidios de la ciudad. Según los datos oficiales, 45 homicidios, 4 más que en el año 2013.

El barrio está encaramado en la montaña que Cali llama ‘pesebre’ desde que fue coronada con una gigante estrella de bombillos amarillos que titilan cada Navidad. Perteneciente a la comuna 20 y con 65.440 habitantes, de los cuales las pandillas, los límites invisibles y la división de hinchas entre el Deportivo Cali y el América, hace que no muchos sean capaces de subir las escaleras y las calles estrechas de ésta favela caleña.

Para el señor Cruz, la violencia queda a un lado; vale más el respeto, la pasión y el amor que se tiene por el fútbol.

Terminando la entrevista en la terraza de su casa, el señor Cruz aprovecha para dejar un mensaje. Se acerca al borde, mira hacia esa maravillosa vista que tiene, suspira, se me acerca y me dice: "Lo que más deseo es que vivamos el fútbol en paz, que mi Diosito nos de voluntad a todos de ser buenos, buenos amigos, que no estén peleando entre barras, sino que se den la mano. Así como me tocaba a mi cuando iba con mis hijos al estadio. ¿Por qué tienen que pelear? ¿Por qué tienen que ofender el uno al otro? ¡No! Démonos la mano por favor. Esa es su petición y lo demuestra con sus gestos al hablar, moviendo sus manos, frunciendo el ceño y señalando y mirando a esa gran frase que está pintada en un muro gigante más arriba de su casa que dice: “Yo amo a Siloé ¿Y usted?..."

Don Germán, que es caldense de nacimiento pero más caleño que cualquier otro,  asegura que su casa está llena de recuerdos, de alegrías y de ilusiones. De un amor que comparte con todos los que lo rodean y que además afirma que nunca en su vida, o por lo menos hasta que el muera, su casa será pintada de otro color; es su insignia, su pasión, su amor, lo que lo caracteriza y lo hace especial.