Nacional comenzó desde ayer a afrontar un calendario sin precedentes en el fútbol colombiano y tal vez continental. Tres partidos de Liga y uno de Libertadores son la agenda verdolaga que desgastarán de manera considerable al equipo de Osorio con viajes a lugares de climas extremos, esperando que afecte con el menor impacto posible a toda la plantilla.

El verde ganó con lo justo a Alianza Petrolera por la mínima diferencia, no tanto porque el rival le hiciera mucho contrapeso en fútbol o intensidad sino porque jugó tal vez su partido contra el clima cálido más violento de todos, el de una ciudad petrolera como Barrancabermeja que es prácticamente un desierto y con poco o nada de viento, contrario a lo de Barranquilla que es cálido pero con aire y humedad.

Juan Carlos Osorio pidió que se reconsiderara el horario de los partidos pero a la vez se mostró satisfecho con el resultado y planea obtener al menos otro triunfo más para asegurar casi de manera anticipada la clasificación a los play-offs, para así poder concentrarse mucho más en la serie copera ante Emelec.

Ahora la siguiente estación del tour verdolaga será Bogotá, pasando de un horno santandereano a una 'nevera' altiplana, pero que seguramente será mucho más manejable jugar al fútbol en la altura y en la baja temperatura, sin contar el inmenso respaldo que tiene Nacional en la capital del país.

Seguramente Nacional se quedará concentrado toda la semana allá porque sus dos próximos partidos serán en el Campín, en el juego aplazado frente a una Equidad alicaída y que será más visitante que local en su ciudad, mientras que cuatros días después se medirá ante Millonarios, obviamente siendo el verde mucho más visitante que en el anterior juego.

La estación final del tour será Manta, Ecuador, un pueblo no muy lejos de Guayaquil y en el que será local uno de los tres grandes clubes del fútbol hermano como lo es el Club Sport Emelec, debido a que su estadio original del George Capwell se encuentra en remodelaciones.

Será fundamental la rotación de Juan Carlos Osorio en todos estos partidos en tierras ajenas y por supuesto se pondrán a prueba las actuaciones colectivas e individuales por parte de los jugadores, esperando que marquen la diferencia de manera positiva para el equipo. El conjunto verdolaga tendrá que olvidarse de la irregularidad futbolística con la que ha cabalgado en el semestre, tratar de jugar a lo que saben y sobre todo tener actitud frente a los rivales con los que va a competir.

De esa forma Nacional terminará su gira de viajes del que espera salir airoso y tener posibilidades de rematar de local sus últimos dos juegos de Liga ante Santa Fe y Cúcuta, más el partido de vuelta ante los ecuatorianos en el Atanasio Girardot. Seguramente este será el mayor punto de inflexión de todo el semestre para ver si este equipo se queda en el camino con pena o alcance la gloria inolvidable.