Barcelona en el Nuevo Arcángel había sumado sus tres puntos con un excepcional, 8-0, ante el Córdoba, que matemáticamente, está descendido a la Segunda División de España. Por ello, la presión aumentaba para los dirigos por Carlo Ancelotti, eran consientes de enfrentar a un equipo amante de la táctica y fabuloso con la efectividad; con el añadiente de jugar en una plaza complicada para el conjunto de Concha Espina. James Rodríguez aparecía como el hombre a seguir, que junto a Cristiano Ronaldo, podía mostrarle el camino de la victoria para el cuadro visitante.

Chispasos en la primera mitad

Rígido y compacto era el equipo de Emery. Con Bacca plantado como primer defensa, el resto era una línea de cinco volantes y un bloque de cuatro defensores. Para el Madrid, era casi imposible crear peligro. Los espacios no aparecían, las jugadas morían en el vertice del area grande; la poca profundidad permitía que Sevilla tomará la pelota e intentara generar opciones de gol.

James, por su parte, arrancó por la derecha y su función era caer hacía el centro, entre Banega y M'bia. Cuando lo lograba, un cuadro mágico armado por los jugadores mencionados y dos defensores, nublaban a Rodríguez que a falta de compañía, su alternativa era tocar hacia atrás con Kroos.

Sin embargo, el Madrid no dejó de tener la posesión del balón. Sevilla controlaba las acciones del visitante, hasta el minuto 36. James arrancó la jugada con el toque a Ramos, este cambió de frente para Marcelo, que asistió a Isco para que lanzara un centro al segundo palo del arco de Rico y encontrar así, a Cristiano que golpeó y puso el 1-0, a favor de los blancos.

Un minuto después, James levantaría una parabola desde el costado derecho para que Cristiano marcara el 2-0 para el Madrid. Doble chispaso y dos goles en el placar.

Sobre el final, la presión regresaría. Carlos Bacca anotaría el descuento desde la pena máxima, poniendo a tiro al Sevilla del empate, que era posible dentro de un juego lleno de suspenso.

Tranquilidad y sufrimiento

En la segunda mitad, los de Ancelotti aguantaron 10 minutos de intenso ataque del Sevilla. Casillas y Pepe fueron los hombres vitales para acabar el estrupicio dentro del área. Tras esto, el pulso del juego fue del 'merengue'. James, se perfilaba, ahora, entre el borde derecho y el centro del terreno de juego, creando sociedad con Kroos y buscando cortar la defensa rival.

El cambio de Bale en lugar de 'Chicharito' Hernández, hizo que James se mueva al costado izquierdo, cubriendo la salida de Vidal, buscando recortarle libertad, obligándole a retroceder para marcar a Rodríguez.

El pulso se elevó al minuto 68. Centro de Bale a espalda de los centrales y gol de Cristiano. El hat-trick, el gol para llegar a los 42 goles en Liga. La tranquilidad, ahora, era del Madrid. Domaba la furia de Emery y en el placar estaba por delante, 1-3.

Sin embargo, Unay movió el banco y puso a Iborra junto a Gameiro en el campo. Suspicacia, simbiosis equipo-afición, envión anímico y descuento a falta de cinco minutos para el final del encuentro. Iborra anotó tras el centro de Vidal. Real Madrid contra la cuerdas, regresaba al sufrimiento.

El epílogo fue una lucha constante en la cocina de Iker Casillas. A toda costa, los de Emery, buscaban salvar un punto, pero al final, los de Carlo Ancelotti triunfaron. Tres puntos para quedar a dos del Barcelona. No pierde pisada en Liga, de la cual debe olvidarse para concentrarse en el próximo reto: Juventus, la campeona de Italia, en Turín, el juego de ida por las semifinales de la UEFA Champions League.