No se trata, en los análisis pospartidos, de hacer una diatriba contra los cambios, tácticas, estrategias, innovaciones y/o planteamientos por los que pueda optar un técnico; trátese de un DT interino o de otro que con vasta trayectoria. Sino que se busca examinar y hacer un balance de dichas variaciones, en pro de las aspiraciones de un equipo como el Medellín, que por cierto ha fracasado en su intento de clasificar en las últimas tres fechas. 

El partido del sábado pasado que debía ganarse y que no era para nada un partido fácil. La inoportuna derrota puede atribuirse, resumidamente, en estos tres puntos:

1. Javier Álvarez formó en el campo un equipo a primera vista muy defensivo: con tres volantes de marca, dos ofensivos y un delantero. Sin embargo, Medellín se lanzó al ataque en los minutos inmediatamente iniciales y durante gran parte del compromiso se adueño del balón, mas tener la posesión no significa exactamente tener también el mayor número de opciones de gol; Millonarios remató en total 22 veces mientras que Medellín solo 13. Las ideas aparecen cuando se cuenta con gente capacitada para ejecutarlas: si no hay creativos, no hay futbol.  

2. A muchos les quedará latente la duda frente a la alineación que planteó Álvarez para el compromiso, a sabiendas de que la necesidad era ganar. Por ejemplo, es incomprensible que se haya optado por ubicar a Vladimir Marín en la mitad del campo; siendo un jugador con características diferentes que deben explotarse en su posición natural y teniendo bastantes volantes en el banco de suplentes. No quedará claro a muchos el módulo triángulo (4-3-2-1) y  sus implicaciones en el desarrollo del partido para el visitante, como la poca resolución de futbol en el medio campo y la poca sospresa por las bandas que pudo haberse cubierto con otros jugadores en distintas posiciones. 

3. También quedarán, para el entrenamiento de esta semana con el nuevo cuerpo técnico, algunos errores colectivos y recurrentes en el Medellín de esta temporada. Por ejemplo la precisión en los pases, deficiente en algunos jugadores; la marca en los centros de costado y tiros de esquina, que nos costaron los tres goles, errores infantiles que no deben presentarse en un equipo que aspira al título. No deja de ser preocupante en ningún momento el bajo rendimiento de algunos jugadores, tal es el caso de John 'la goma' Hernández, Juan Fernando Caicedo, la defensa en general, etc., que se ha visto evidenciado en los últimos partidos.     

No está segura la clasificación, mucho menos la buena participación del Medellín en la segunda fase. Ningún entrenador garantiza títulos, muchos en cambio, aseguran trabajo, compromiso y responsabilidad para con los proyectos. Uno de esos técnicos en Leonel Álvarez Zuleta. La hinchada no está exenta de responsabilidades, debe poner de su parte exigencia, optimismo, respaldo y aliento. Un gran partido se nos avecina el próximo fin de semana frente al Envigado, la consigna es ganar y solo ganar. La oportunidad es la de tirar todos para un mismo lado de cara a las finales.