Como si se tratase del mítico ave Fénix, el jugador de Millonarios, Mario González, resurgió de sus propias cenizas. No se consumió por acción del fuego como el pájaro, no, se consumió por un cáncer que lo atacó en el año 2013. El mediocampista renació gracias a su fe y esperanza, volviendo a los entrenamientos de su equipo en cuestión de un año y medio.

A Mario González le diagnosticaron leucemia el 26 de agosto del 2013. La noticia conmocionó al mundo del fútbol nacional. Evidentemente la tristeza invadió el corazón del jugador, pero no agachó la cabeza. Al contrario, se levantó y sacó fuerzas de donde no tenía. 

Recién fichó con Millonarios cuando ocurrió la tragedia. Las voces de aliento se multiplicaban a lo largo del territorio nacional. Colegas, periodistas e hichas manifestaban su apoyo al jugador de distintas maneras. ''Fueron muchas las personas que estuvieron pendientes. No se me ha pasado un mensaje sin leer'', confesó Mario.  

Como un guerrero con escudo y espada, Mario González emprendió su lucha contra el cáncer. Era el partido más importante de su vida. Tenía las de perder como las de ganar, como en todo cotejo. Por esas cosas injustas de la vida Mario vivió un mal rato, tal vez el más difícil de su vida, pero salió victorioso.

El fútbol fue testigo de otra gran historia. Y lo digo porque el fútbol vivió un papel muy importante en el proceso de recuperación de Mario González, fue otra motivación para luchar, como lo fueron también su esposa e hija.

Actualmente el mediocampista está entrenando con su equipo, Millonarios, y no aguarda la hora de volver a las canchas. ''Pienso que para mí va a ser más importante cuando regrese a las canchas, que el día en que debuté'', dijo el jugador. Un ejemplo a seguir, eso es Mario González.

Aunque no está inscrito por Millonarios ante la Dimayor entrena con el equipo. Foto: colombia.as.com