Es un milagro del pacifico colombiano, Tumaco – Nariño es su tierra. Ya que para nadie es un secreto que es un poco más difícil que un jugador triunfe perteneciendo a esta zona del país, socio-económicamente hablando. Y más, cuando tampoco se es una estrella de fútbol. 

Pues los inicios de Pablo Estifer Armero no fueron los mejores en el fútbol profesional colombiano, yo soy testigo de ello. Aunque debuto exitosamente con América, marcándole gol a Juan Carlos Henao (el año en que el golero conquisto la Libertadores con el Once Caldas), una tarde-noche de Domingo de resurrección del mes de Abril del 2004. Pablo Armero era muy criticado y poco querido por la hinchada del América por su bajo rendimiento en el equipo. Pues se llegó al punto en donde un día en un partido o práctica amistosa que hizo América en pretemporada, hacía el año 2006 o 2007, algunos aficionados de la barra brava Barón Rojo Sur lo insultaron constantemente hasta llegarse a ir casi que a las manos con el propio Pablo Estifer. 

Todo hay que decirlo, América en aquellos años cambiaba de un técnico a otro y Armero casi siempre era el titular. El DT con el que debuto en el profesionalismo era Alberto Suarez en el 2004. En el 2006 lo tuvieron los estrategas Hernán Darío Herrera, después Bernardo Redim y Gerardo Gonzales Aquino. En el 2007 Roberto Cabañas, hasta que llego un DT con el que  Armero empezó a jugar bien, a ser más punzante por las bandas laterales y en donde le empezó a sacar más provecho a su velocidad, se trata de Diego Edison Umaña. Desde ahí Armero empezó a ser el Armero internacional que hoy todos conocen, junto con Adrián Ramos y Carlos Valdez. Fue dos veces finalista y una vez campeón con América de Cali en el 2008.

Para el 2009 salto al fútbol de Brasil, a jugar con el Palmeiras en donde fue titular. Y lo ayudo para dar el gran salto en el 2011 a Europa, a actuar nada más ni nada menos que en la serie A, con el Udinese, equipo que ha tenido ya varios jugadores colombianos en sus filas, empezando por nuestro defensor Cristian Zapata.  En Udinese llego al punto de ser hasta el cobrador de tiros libres para los centros. Su buen rendimiento en Los bianconeri, en donde llego a jugar partidos de UEFA, lo llevo a ser parte del Napoli en donde disputo 15 partidos en la serie A 2012/2013. Después Armero tendría la dicha de pasar por la premier league con el West Ham United en donde a pesar de que actúo poco, tuvo para el 2014 la fortuna de seguir haciendo parte de la Selección Colombia, en donde como titular contribuyo la exitosa campaña que la tricolor hizo en el Mundial pasado Brasil 2014. Fue nada más ni nada menos que el anotador del primer gol de Colombia en la última cita mundialista, en el duelo que se derroto 3-0 a los grecos. Volvería al Napoli para el segundo semestre del 2014 jugando en la serie A y en la UEFA. Y posteriormente se daría el lujo de formar parte del histórico AC Milan, que aunque pase por un mal momento, no deja de ser uno de los equipos más queridos y reconocidos en el mundo.  Hasta que desde Mayo del presente año paso a ser parte de otro histórico, el Flamengo de Brasil, en donde fue llamado por Vanderlei Luxemburgo, DT que ya tuvo la oportunidad de contar con él en el Palmeiras.

Quizás su alegría, propia de su pueblo natal como él mismo lo afirma, y su buena actitud y optimismo ante la vida, son los secretos y complementos para que el popular “mi ñia” (chapa que se propago gracias el narrador Javier Fernández “el cantante del gol” cuando jugaba en América) haya triunfado en el fútbol. Sin dejar de lado su humildad, pues él no ha negado sus raíces, las playas y el barrio El Bajito de Tumaco, son testigos de los inicios de Armero detrás una pelota de fútbol, “se jugaba en la arena, descalzo y a pleno sol, entre más caliente era la arena mejor” ha expresado Pablo. Recordemos que precisamente “Ñia” es una forma de expresarse en su tierra, para referirse a un amigo o compañía, lo que en muchas ciudades tradicionales de Colombia llaman como el popular “pana” o “parcero”.

Una de sus primeras convocatorias con la Selección Colombia fue en el año 2008. Desde ahí han sido constantes los llamados para hacer parte de la titular de nuestra tricolor. En el 2011 estuvo a punto de hacerse un golazo en el Santiago Bernabéu en un amistoso ante la Selección de España, recién campeona del mundial de Sudáfrica por aquel entonces.   Y es una de las piezas que casi no ha faltado en el plantel de Pekerman.

Así que, buena energía y buena mar en el país austral para nuestro queridísimo y famoso “Mi ñia”, un jugador único  por su personalidad, más allá de lo deportivo.  Un claro ejemplo para las futuras promesas de nuestro fútbol, de que con perseverancia y también un buen sentido del humor ante todo ¿Por qué no? Se puede triunfar en la vida.