El presidente del Deportivo Cali, Álvaro Martínez, anunció ayer ciertas disposiciones que tomó el comité ejecutivo de cara al inicio de un nuevo campeonato en el segundo semestre de 2015. Medidas que buscan fortalecer al club en lo económico y hacerlo sostenible deportivamente.

Con la obtención del título de la Liga Águila quedó demostrado que el semillero verdiblanco es rico en el aspecto deportivo, que los canteranos del Cali están preparados para grandes retos y que con la ayuda de una gran columna de jugadores de experiencia pueden obtenerse títulos, que es lo que todos anhelamos.

Así las cosas, el comité ejecutivo tomó la determinación de prescindir de los servicios de jugadores como lo son: Harrison Canchimbo, David Mendieta, Víctor Giraldo, Luis Fernando Mosquera y Frank Fabra. Este último titular indiscutible por la banda izquierda del azucarero y pieza clave para Pecoso Castro.

Lo de Fabra es duro y hasta se torna incomprensible, pero es entendible desde el punto de vista económico y deportivo.

En el económico, las arcas del Deportivo Cali no están muy bien, no hay dinero para derrochar e incluso el presidente ayer advertía que estarían obligados a comprometer vigencias futuras, como lo son, los premios de la Libertadores y a su vez, a arrendar el estadio para eventos no deportivos y aumentar el valor de los abonos como forma de superar ciertas afujías en la parte administrativa.

Al Deportivo Cali hoy le es complicado pagar 1.000 millones de pesos por el pase de un jugador, algo que no ocurría antes, pero esa es nuestra realidad actual, la cual, el hincha debe entender y asumir.

En lo deportivo, sí se pierde un buen elemento, que es Fabra, pero Jeisson Ángulo hizo un buen semestre con la selección juvenil y merece un espacio en el primer equipo, además, que peleará un puesto con otro canterano que no se la pondrá fácil, el juvenil Jerson Zarama, que es uno de los mejores prospectos de la categoría sub 20; en ellos estará puesta la mirada y la presión de reemplazar a un estandarte de la novena estrella, como lo fue Frank Fabra.

A su vez, la promoción de nuevos valores como Pablo Sabbag, Luis Orejuela, Nilson Castrillón, Eduar Caicedo, Juan Andrés Balanta, Sebastián Escobar y Nicolás Benedetti, demuestra que es clara la posición del club, que se la jugaran por el Encantérate y que si no se dan los resultados asumirán el costo del mismo.

Particularmente, creo que no se debe abusar de la política de apoyo a la cantera, sin embargo, analizando la situación real administrativa y deportiva del club, sabemos que es la mejor opción, traer nombres de un alto costo como Mosquera y que después no te den lo que esperas es más riesgoso que darle la oportunidad a un chico como Andrés Roa, que se ha criado en la disciplina verdiblanca. Como dice el adagio “más vale lo conocido, que lo que conoceremos”, estamos así, de acuerdo con que este es el momento de darle valor a la cantera, y que es la hora de que a los chicos de las formativas azucareras se les dé la posibilidad de pertenecer al primer equipo.

De esta forma, se está dando vía libre al anhelo de muchos de los hinchas, aquellos que siempre soñamos con ver un Deportivo Cali lleno de canteranos, este próximo semestre si las condiciones se dan, podremos ver en un partido de Liga a 11 guerreros paridos de la cantera verdiblanca defendiendo la casaca azucarera con mucho pundonor.