La mitología griega ubica a los dioses de la Grecia Antigua en un lugar llamado Olimpo. Seres humanos descritos como inmortales, habitan dicho espacio y durante años, los descendientes de los dioses, tras años al revisio de ellos, en la tierra, se ganan un lugar en el panteón. A partir de hoy, 23 mujeres se sumarán a los olímpicos, porque a pesar de no haber ganado, su cupo estaba asegurado. 

Colombia en un partido complejo y lleno de matices, perdió ante Estados Unidos, la vigente subcampeona del mundo en el fútbol femenino.

Las nuevas inmortales, acataron las ordenes de Taborda y plantearon un juego inteligente en la primera mitad. Coparon el mediocampo de Estados Unidos, pisaban la pelota y a dos toques, empezaban a generar jugadas de gol. Sin embargo, fue a balón detenido, con que Colombia sumó ataques peligrosos pero sin hacer mella en el placar. 

Las norteamericanas cargaban su juego en Morgan y procuraban encontrar a Wambarch, libre, en el centro de area tras los centros levantados desde los costados. Sin embargo, Nataly Arias y Angela Clavijo, como centrales, controlaron sus movimientos, haciendo infructuoso sus avances. 

El segundo tiempo, entregó los desequilibrios. Morgan cayó dentro del area tras la falta de la portera Pérez, que determinó la expulsión de esta, dejando a Colombia con 10 jugadoras. La segunda portera, Stefany Castaño, ingresó en lugar de Ingrid Vidal. Wambach se encargó de cobrar el penal pero envió el balón a fuera. Alivio y esperanza en Edmonton. 

Con una menos, las colombianas aguantaron las arremetidas rivales. No había salida y el desgaste empezaba a notarse. Hasta que al minuto 53, Morgan remató y la pelota se filtró entre el primer palo y la humanidad de Castaño. Estados Unidos empezaba a laborar su victoria, 1-0. 

Posteriormente, 13 minutos más tarde, Carli Lloyd anotó el 2-0 de penal tras una falta dudosa sobre Wambach. 

Colombia insistió, con actitud y aptitud buscó el descuento. El desarrollo del juego no las acompañó y no encontró las resoluciones necesarias para anotar. 

Con la final del cotejo, el sueño ha clausurado. Cuatro semanas de intenso fútbol de unas mujeres, que ha base de estrategias y voluntad deportiva, consiguieron la histórica participación en la Copa del Mundo. Llevará mucho tiempo mimarlas, pero sin dudas, luego de que se hayan recuperado, despertarán en el Olimpo, donde se pasean los inmortales, que cualquier día se escapan a la tierra para contar sus hazañas. Ellas lo harán, porque seguramente, tendrán larga vida para contar la aventura de 23 guerreras en Canadá 2015.