Esos mismos que lo ofenden y critican por tomar una decisión acertada, ¿en algún momento han leído o se han informado a fondo sobre el problema que se le presentó a Torres? ¿Así cómo insultan al jugador, le han reclamado a los directivos del Junior de Barranquilla por dejarlo salir? Quizás esas son las principales preguntas que se deberían hacer los hinchas que se han molestado tanto con la salida del jugador.

Macnelly hizo lo que cualquier persona coherente haría, acudió a donde se sintió mejor respaldado por los directivos, donde había garantía de resolver el inconveniente que él tenía, en este caso, Atlético Nacional. ¿Por qué Junior de Barranquilla no hizo nada cuando se enteró de la situación que tenía Macnelly? ¿Dónde estaban los directivos para decirle al jugador que iban a tratar de resolver el problema?

Las personas que insultan a Macnelly, ¿qué hubieran hecho en el puesto de él? Sin pensarlo dos veces, seguramente lo mismo que hizo el jugador, buscarían un mejor y mayor respaldo para solucionar el inconveniente legal que tienen con el equipo Al-Shabab, de Arabia Saudita.

A los mismos hinchas que la emprendieron en contra del jugador, a esos mismos, hay que recordarles, que el mundo del fútbol también tiene problemas, también los jugadores, quienes son trabajadores, tienen una familia por mantener y una situación de hogar para mantener estable. Probablemente, el que fue enganche de la Selección Colombia, se siente mejor en Medellín con su esposa Marcela Álvarez y sus hijas.

Con esas mismas ganas que le reclaman la jugador por la salida del Junior de Barranquila, con esas mismas ganas deberían impulsarlo para que llegue a la Selección Colombia, a dar una mano en la creación de ideas junto James Rodríguez. 

Les recuerdo que esto es fútbol, no siempre la plata manda, por encima del dinero, hay mejores cosas como la familia y el bienestar de un hogar.