Se armó la fiesta para festejar el título de la Liga. La parafernalia de los trofeos, la vuelta olímpica que le debían a la hinchada y la presentación del trofeo que lo acreditaba como campeón del fútbol profesional colombiano.

Sin embargo, la pelota debía rodar. El Deportivo Cali se estrenaba en el Fortín de Palmaseca con las ausencias de Nasuti, Palacios y Preciado, con los estrenos de Lozano desde el vamos y John Pérez desde el banquillo.

El rival, un elenco más preocupado por no desentonar y obtener un resultado que le permite sumar en la lucha por el no descender.

El de la obligación era el local, mientras que, la visita especularía en busca de una sorpresa a merced del campeón.

Así fue, en la primera parte el local tuvo el balón pero falló en la gestación de fútbol y no tuvo una opción clara de gol. Mientras que, la visita con la fuerza de sus puntas Salazar y Garcia, inquietaba la defensa azucarera.

En el minuto 36, un tiro libre cobrado por Salazar produjo un rebote, el cual, tomo el mismo ejecutante, disparó un balón que en dirección al arco hizo una curva que se coló en el ángulo superior derecho del portero Ernesto Hernández.

Jaguares, no tenía el balón aunque marcaba la diferencia en el marcador con el golazo marcado por Salazar. El verdiblanco extrañaba en demasía a Palacios, Fabra y Preciado, además, que Candelo y Roa, no estaban a tono para la cita.

Santos Borré, fue el más incisivo del ataque verdiblanco. Foto: AS Colombia

En la segunda parte, el Cali tenía el balón, le puso más empeño pero no hubo lucidez, de hecho tampoco hubo anotaciones.

Pecoso Castro, movió el banquillo mando a la cancha a John Pérez y Miguel Murillo en el minuto 63 y a Cabezas en el minuto 70, se dominaba el útil pero se carecía de poder ofensivo.

Anecdótico el debut de John Fredy Pérez, quien intento en escaramuzas demostrar porque vino al Cali, aunque no se le dio.

Jaguares se encerró en su cueva y como una fiera asustada no salía de ella, no tendría el ímpetu para herir al rival. Por ello, fue inteligente y administró la ventaja obtenida a sabiendas de que tendría un rival al frente que si desnudaba sus carencias el resultado se le escaparía de las manos.

Santos Borré tuvo un par de opciones al final del encuentro, sin embargo, el resultado no se modificó. El elenco Cordobés, con un juego inteligente y defensivo logró un potosí en el fortín de Palmaseca. La fiesta se opacó en el Palmaseca y quien celebro fue el humilde Jaguares de Córdoba.

Como el semestre anterior, el azucarero se achica ante los pequeños rivales y más aún en su propia casa.