Sinsabores dejó el Medellín en este último clásico paisa: la desazón de no haberse podido llevar los tres puntos y de ni siquiera haber sido contundente en el terreno de juego como para merecerlo. Reconociendo que el rival fue superior, Leonel Álvarez resaltó algunas de las virtudes rescatables del poderoso ayer, y efectivamente hubo jugadores y momentos del partido en los que se denotó el trabajo realizado en la semana y mejorías, sobre todo a nivel defensivo. 

Algo evidente, durante todo el partido, fue el poco peso en ataque del Independiente Medellín. Hernán Hechalar y Brayan Angulo fueron sombras para Marrugo, quien, a pesar de su insistencia, no encontró otro generador de fútbol como él —en gran medida por el insicivo marcaje de los volantes verdes—. Como consecuencia de esto, fueron pocos los balones que Juan Fernando Caicedo recibió, y en todos chocó con la defensa rival, a quienes se les hizo muy fácil quitarle el balón debido al poco acompañamiento que tuvo. Vale la pena cuestionar si el 4-2-3-1 es el modelo táctico más eficiente para este Medellín. Es claro, aun faltan por estrenarse varios de los refuerzos en posiciones ofensivas, pero hay que tener en cuenta que el tiempo avanza con prisa, y en la búsqueda de la alineación más pertinente se puede ir buena parte del torneo. 

Esto último no debe llevarnos a pensar que Nacional fue el único equipo en la cancha: apenas consiguieron cuatro remates a puerta en todo el partido —bien controlados por el histórico David González—. Daniel Torres y Didier Moreno fueron los principales interruptores de los creativos locales; firmes y ordenados en su marcaje, tampoco fue mucho lo que dejaron hacer a Macnelly Torres. Por su parte, se han consolidado Elacio Córdoba y Frank Fabra como los laterales del Medellín: ganaron la gran mayoría de los duelos a jugadores desequilibrantes como Jonathan Cope y Orlando Berrío, y en ataque procuraron sumarse. 

Leonel Álvarez se la ha jugado en los últimos partidos por Mosquera y Arias en la defensa, y ninguno ha hecho un mal trabajo. La mano de Leonel Álvarez se ha hecho visible en la defensa, donde ha contado con las herramientas para lograrlo. 

Mención especial para David González, que tuvo un partido de 10 puntos; y para Sebastián Macías, que en 20 minutos demostró que no le pesa la camiseta para jugar un clásico paisa.  

El tiempo consolidará a este equipo: las horas de entrenamiento, los refuerzos que se acoplarán en la siguientes semanas, las variantes tácticas que pruebe el DT, etc. En ese juego de variables que hacen a un equipo campeón, también entra la hinchada; en particular, la del Medellín se ha reconocido como la más linda del mundo, y eso es una distinción que debe conservar y hacer valer agotando todos los abonos. El próximo sábado, de nuevo después de mucho tiempo en el Atanasio Girardot, todos debemos tirar para un mismo lado, llenar a los jugadores de la confianza suficiente para llevarse los tres puntos que ayer se nos escaparon.