Robaron las 'naranjas' en polémico empate en Barranquilla

La constante de ambos equipos fue atacar sobre el costado oriental del gramado del Metropolitano, precisamente por allí se generó la jugada más trascendente del partido. Al minuto 40, el español Diego Gregori, arrancó un contraataque en la mitad del terreno de juego. Abrió el juego hacía la banda izquierda, donde Daniel Londoño encontró el pase preciso. Avanzó unos cuantos metros y al borde del área penal centró el balón, este pasó por el área gracias a una pésima intervención del arquero López. En el segundo palo forcejeaban Nelino Tapia y Andrés Mosquera, el balón golpea en la rodilla de Tapia y luego impacta en la mano de Mosquera de manera involuntaria, y termina en el fondo del arco.

El árbitro central, Éder Vergara, señala el círculo central y da como válido el gol, inmediatamente recibe las protestas de los jugadores de Uniautónoma. Por esa actitud amonesta al arquero López, quien iracundo le reclamó la decisión. Pasaron cuatro minutos entre protestas e incertidumbre y el partido no se reanudaba. Fue al quinto minuto después de la acción de gol que el árbitro se reúne con se asistente Jorge Álvarez y decide ‘echar para atrás’ la decisión. Anula el gol y amonesta a quien lo convirtió.

Hasta la jugada del 'gol', el partido había sido parejo pero con una leve mayoría de llegadas de parte de los barranquilleros quienes estaban urgidos de un triunfo, ya que sólo habían sumado un punto en los cuatro primeros partidos de esta Liga. Es más, la aproximación más peligrosa hasta ese momento había sido a favor de los Delfines por intermedio de Ray Vanegas quien con un remate de cabeza estrelló el balón en el larguero después de un centro preciso proveniente de la banda derecha.

Luego de que Vergara determinara como inválido el gol, el partido se reanudó y menos de un minuto después se presentó la expulsión de un jugador naranja. Al 39' (un minuto antes del gol) Yony González recibió una tarjeta amarilla. Después de la polémica, el mismo González cometió una falta sobre Walmer Pacheco y el central le mostró su segunda tarjeta amarilla.

Con una expulsión injusta y un gol mal anulado terminó el primer tiempo.

El resto del partido se presentó cuesta arriba para Envigado, a pesar de eso supo capotear todo un segundo tiempo con un hombre menos; segundo tiempo que en el trámite fue muy parecido al desarrollo del primero. Uniautónoma con la iniciativa y el balón y Envigado que aguantaba y contragolpeaba.

Sólo con la entrada de Cristian Mejía en la mitad del segundo tiempo, el partido se animó, aunque no fue suficiente para romper el cerrojo. Mejía entró con la misión de desbordar e inquietar por la banda izquierda y creó tres jugadas de gol, aunque sólo una generó real peligro. Al final un empate merecido por el desarrollo, pero injusto en lo disciplinario, ya que el juez central influyó en el desarrollo.   

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