Hugo Alberto Morales, mejor recordado como Huguito, nació en La Boca, uno de los barrios tradicionales de Buenos Aires, un 30 de julio de 1974 pero su corazón siempre estuvo en la ciudad de Corrientes, la tierra de sus padres y donde vive actualmente, ubicado al nororiente de Argentina, muy cerca a la frontera con Paraguay.

Obviamente el ambiente cosmopolita de la capital argentina y la fiebre por el fútbol lo contagió, iniciando su carrera deportiva en el Club Atlético Huracán, donde gracias a sus buenas actuaciones le valieron su traspaso hacia Lanús, el equipo del sur del Gran Buenos Aires. Allí fue gran figura tras conquistar la Copa Conmebol de 1996 de la mano de Héctor Cúper derrotando en aquella final a Independiente Santa Fe.

Esas actuaciones sobresalientes, le valieron para vestir la camiseta de la Selección Argentina. Con la albiceleste consiguió la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, además de disputar algunos encuentros de las eliminatorias al Mundial Francia 1998. Pero su carrera se vio interrumpida abruptamente, cuando sintió dolores en su espalda que intentó ocultar para no perjudicar su carrera, en ascenso hasta entonces.

A pocas horas de un partido frente a Uruguay en aquella eliminatoria, no pudo aguantar más y tuvo que ser hospitalizado. No hubo mucha claridad sobre la salud de Huguito, inicialmente el diagnóstico un cuadro de peritonitis severa y luego fue detectado un cáncer testicular severo. Lo que si fue claro es que tuvo que someterse a un duro tratamiento durante siete meses que no solamente puso en peligro su carrera futbolística sino también su vida.

Su recordado regreso a las canchas fue contra San Lorenzo de Almagro donde marcó el gol de la victoria que le permitió a Lanús seguir peleando por el campeonato y al final terminar segundo en aquel torneo. Para él fue el momento que más le marcó su vida como futbolista y como ser humano.

Morales también tuvo un paso fugaz por Europa, más precisamente en el Tenerife de España, que en ese entonces jugaba en la Segunda División. Un gol de tiro libre suyo le valió el ascenso a Primera y también dejó una huella marcada en la hinchada del equipo de los chicharreros.

Tras su regreso a Lanús y otro paso en Independiente durante 2 años, Morales llegó a Atlético Nacional a mediados de 2004, siendo junto al venezolano Jorge Rojas, como los dos primeros extranjeros post puros criollos, una filosofía de solo tener jugadores colombianos que estuvo desde los 80´s.

Un golazo de tiro libre de costado ante el Medellín, fue el momento más emotivo en su paso por el verde paisa, en ese encuentro le entregó la victoria a Nacional en el primer clásico paisa después de aquella final del primer semestre de 2004.

Tras el subtítulo ante el Junior en el finalización 2004, Hugo Morales fue de los pocos jugadores inamovibles que condujeron al equipo verdolaga a su octavo título, logro conseguido en el Apertura 2005 precisamente ante Santa Fe, equipo que le ganó su primer título internacional. Gracias a su depurada técnica en los tiros libres y su claridad que junto a Héctor Hurtado alimentaron una de las duplas más goleadoras de los torneos cortos en Colombia, como lo fueron Víctor Aristizábal y Edixon Perea. Otro golazo de tiro libre al Chicó y uno más de jugada colectiva notable ante el Tolima fueron una de sus cartas más notables jugando con el equipo antioqueño.

Foto: LabarradelRey
Foto: La barra del Rey

Pero todo tiene un fín, y Morales salió de Nacional casi tan abruptamente como de la Selección Argentina en años atrás, pocos saben que ocurrió para que Huguito no terminara en Nacional su carrera, como lo manifestó en algunas entrevistas. Algunos dicen que fue capricho del presidente de aquel entonces y otros por un lío de faldas, el caso es que quedó un gran sinsabor ese inesperado adiós no anunciado, especialmente para la gran hinchada de Nacional, una de las más pasionales, pero de las más exigentes en Colombia.

Tras cortos lapsos por Millonarios y Universidad Católica y rechazando ofertas para jugar en Universitario de Perú, fue en Talleres de Córdoba, equipo que ahora milita en el Argentino A, donde Hugo Morales decidió retirarse del fútbol profesional a los 33 años, considerando que su etapa en Nacional fue una de las más felices que pasó en su madurez deportiva.

Huguito volverá nuevamente a Medellín el próximo sábado casi una década después, y seguramente recibirá un gran homenaje, al mejor estilo de la mejor hinchada del país, esa que cautivó con su fútbol, profesionalismo, y magia, esa que en el fútbol moderno ya escasea.