Hace 29 años en un pueblo llamado Casilda, a 56 kilómetros de Rosario, Argentina, nació Franco Armani, y es otro de los tantos jugadores argentinos que le han dado gloria Atlético Nacional en su historia.

Tras Raúl Navarro y Gastón Pezzuti, este portero santafesino es el tercer arquero gaúcho que se ha dado el lujo de salir campeón con el equipo verdolaga y dejar una gran huella para su hinchada.

Había debutado profesionalmente en el Ferrocarril Oeste, para después consolidarse en la segunda división del fútbol gaúcho con el Deportivo Merlo, un equipo de un barrio occidental del gran Buenos Aires.

Su llegada a Nacional fue casi amor a primera vista, ya que el equipo verdolaga realizó una gira por tierras argentinas durante la pretemporada de enero de 2010. Aquel equipo dirigido entonces por Ramón Cabrero tenían sus arqueros lesionados y pidió prestado a Mauro Ruggiero para que atajara para Nacional. Sin embargo, el juego quedó 1-1 y Armani fue bastante exigido defendiendo el arco de Merlo, llamando mucho la atención de la directiva verdolaga, fichándolo inmediatamente para Nacional.

Pero su dos primeros años en Nacional fueron poco productivos, ya que el arquero titular de ese entonces era su compatriota Gastón Pezzuti. Jugó pocos partidos en ese entonces, casi todos en Copa Colombia y en aquella Superliga 2012 ante el Junior de Barranquilla cuando parecía ser el titular del semestre tras una lesión de Pezzuti, el mismo Armani terminó atajando ese partido con los ligamentos rotos, con más corazón que otra cosa sin saber el alcance en ese momento.

Luego de 6 meses de recuperación y sin Pezzuti, Armani de nuevo fue suplente durante el primer semestre de 2013 hasta el último partido de la fase regular ante el Cúcuta, debido al nivel irregular de "Neco" Martinez y las constantes convocatorias de Cristian Bonilla. Franco jugó los 5 de los 6 partidos de cuadrangulares, más las dos de la final, siendo definitivo para el título 12 de Nacional en un increíble campeonato que tuvo muchas altas y bajas.

Franco siguió jugando en el segundo semestre aunque siempre era barajado en la famosa rotación de Osorio. Sin embargo, logró un invicto impensado de 1046 minutos sin recibir gol disputando partidos de 3 torneos diferentes incluída la Sudamericana, algo nunca antes visto ni siquiera en las épocas de René Higuita o Miguel Calero.

Después de los dos títulos de Liga y uno de Copa en 2013, Armani atajó en casi toda la Liga de 2014 y la Copa Libertadores llegando hasta cuartos final. Pero fuel artífice del tricampeonato de Liga conseguido en la final ante el Junior de Barranquilla atajando dos cobros, siendo uno de los más emocionantes de su carrera.

Su último gran hito fue el pase a la final de la Copa Sudamericana, convirtiéndose en hombre clave en la recordada semifinal ante Sao Paulo, atajando un penal en el Morumbí. Lastimosamente no pudo evitar perder la final ante River Plate, equipo del cual se consideró hincha desde su infancia.

Tras el fin de la gloriosa era Osorio y la desaparación paulatina de la rotación de arqueros, hoy Franco Armani es el arquero con que goza más confianza para el técnico Reinaldo Rueda y a sus recién 29 años espera escribir otra historia de triunfo más con el equipo que cada día lo siente más colombiano.