Difícil imaginarlo, más aún digerirlo, pero, es así y es una triste realidad, la cual, sin excusas debe asumirse. El Deportivo Cali, no ha hecho bien las cosas en este semestre y es por eso que hoy a falta de una fecha para que termine el campeonato regular se encuentra por fuera de los ocho y peor aún no depende de si mismo para lograr la clasificación. 

Sin embargo, con la realidad a cuesta, con fallos administrativos, fallos de dirección y fallos deportivos, el equipo aún tiene una esperanza. Su Juez será el Atlético Huila

Tristemente, para Martinez y Castro será este su juez. Aquel a quien le arrebataron, el técnico y adémas un par de jugadores. Aquel equipo que por dicha sagacidad fue desmembrado y hoy padece sus consecuencias con una campaña que lo tiene eliminado de los playoffs y lleno de un puñado de juveniles que quieren demostrar para que están en el profesionalismo. 

Desafortunadamente, para Martinez y Castro el tiempo los reencuentra con unos viejos conocidos. Y pensando como estarían pensando los directivos del Huila, tendrían 15 días para preparar un partido que más que tres puntos, le da la oportunidad de tomarse revancha y cobrar un poco lo que en el pasado les arrebató el Deportivo Cali

El campeón deberá superar la adversidad y evitar un rotundo fracaso. Los jugadores deben jugarse la vida y defender a capa y espada la elástica verdiblanca, no hay justificación para que no sea así. 

El estratega anunció la posibilidad de cambios, para mi opinión no debería hacer muchos, de uno a dos consideraría justo. Es más, doy nombres Balanta y Roa, por Cabezas y Rentería. 

Los azucareros tienen en su contra muchas cosas, el tiempo, los puntos, la diferencia de gol, su rival, el Deportivo Pasto o el Independiente Medellín, la juventud de su plantel, los nervios de los directivos y del técnico. 

Sólo queda confiar, ya que, la esperanza es lo último que se resigna y si la espera será larga, quince largos días para saber cual será la suerte del vigente campeón de la Liga Águila