"¡Que nos vamos de B! ¡Que nos vamos de la B!", es lo que se corea con alegría, pasión y desahogo hoy por hoy en las calles de la ‘ciudad bonita’ de Colombia.  Atlético Bucaramanga ha logrado regresar a la máxima categoría del Fútbol Profesional Colombiano luego de 7 años  de ausencia. A pesar de no contar con títulos en la primera división, Bucaramanga es uno de los clubes denominados de ‘tradición’ en el fútbol colombiano,  pues sus más de 50 años en la elite del balompié nacional son difíciles de dejar atrás y ahora muchos fanáticos del fútbol ‘cafetero´ celebran su regreso.

Un comienzo del sueño

Un buen comienzo de campeonato siempre es vital para aquellos que buscan hacerse a grandes logros al final de la competición. José Manuel 'Willy’ Rodríguez, estratega del equipo ‘leopardo’,  tenía entre cejas los tres primeros puntos frente a Expreso Rojo en el Estadio Departamental Alfonso López, sin embargo seguramente no se le pasaba por la mente el marcador final de aquel encuentro.

Un Atlético Bucaramanga fuerte, bien planteado tanto de manera defensiva como ofensiva y con ganas de pasar totalmente por encima de su rival, terminó dando un golpe certero al equipo de Zipaquirá con un contundente 6 a 0. El capitán, Carlos Giraldo, fue el encargado de abrir el marcador en aquel debut del sueño, seguido de sus compañeros, Mosquera, Cataño, Amaya y Jeysen Núñez en dos ocasiones. Mejor comienzo imposible para un equipo que con la magnitud del resultado y lo mostrado tácticamente en el terreno de juego, daba el primer paso para recuperar le esperanza de su hinchada. 

El equipo ‘leopardo’ continuó arrasando en el torneo de ascenso durante las primeras jornadas. Los de la ‘ciudad bonita’ consiguieron afianzar su juego y pasar por encima de sus rivales sin importar quien ejerciera lo localía. Las victorias ante Barranquilla, Depor, Fortaleza, Leones, Quindío y Llaneros, más los empates frente a Unión Magdalena y Real Santander, daban un aroma de esperanza en la capital santandereana, pues 23 puntos en las 9 primeras jornadas no se lograban en cualquier campeonato.

La primera derrota

En la histórica ciudad de Cartagena de Indias quedaría el invicto del equipo ‘leopardo’. Nueve eran las  jornadas que acumulaba la institución dirigida por ‘Willy’ Rodríguez en el presente torneo sin conocer la derrota. Al frente del Bucaramanga se encontraba un equipo que no le había perdido pisada desde el comienzo del certamen, el Real Cartagena. Los ‘heroicos’ llegaban al encuentro con tan solo dos unidades menos que su rival –23 puntos Bucaramanga y 21 Real Cartagena-.

El partido se tornó por momentos duro, pero entretenido para el público local, sin embargo, para el equipo ‘leopardo’ se tornaría no solo difícil por su rival, sino también por el arbitraje. Sobre el minuto 20 de juego, Wilder Medina – hombre que había sonado para llegar al Bucaramanga a comienzo de año– sería derribado dudosamente en el área de los santandereanos, el mismo jugador poco le importó si fue o no infracción y convirtió la ventaja para los locales. Real Cartagena superó en varias fases del encuentro a los bumangueses y  recién comenzando la segunda parte sellaría la segunda y definitiva anotación.

Los que se fueron y los que llegaron

El excelente torneo de Bucaramanga siguió a pesar de su derrota frente a Real Cartagena. El conjunto auriverde logró sumar unidades importantes ante rivales difíciles en la primera ronda de la fase de todos contra todos. Las victorias frente a Pereira, Real Santander, Bogotá, Valledupar y los dos nuevos empates frente a Popayán y América sirvieron para aclarar que por un partido regular no se podía perder la esencia de todo el equipo.

Sin duda alguna, el Atlético Bucaramanga era tendencia y tema central en el fútbol colombiano. La campaña que realizaba el equipo de la capital santandereana no podía pasar desapercibida e instituciones de todo el país ponían sus ojos en la escuadra auriverde, pero en especial en dos jugadores muy importantes para los planes del equipo. Pablo Rojas y John Pérez, una dupla ‘leoparda’ en ataque que causaba estragos. Sin embargo, el pequeño detalle era que ambos futbolistas pertenecían a Real Santander y el equipo ‘albo’ negoció sus salidas a la primera división del fútbol colombiano a mitad de año. John Pérez partiría al actual campeón de la liga, el Deportivo Cali, mientras que Pablo Rojas tomaría vuelo hacia Barranquilla, para luchar con la camiseta de Uniatónoma.

Otros jugadores que saldrían serian Jeysen Núñez, José ‘Pepe’ Moreno, Luis Núñez, Jair López y el ídolo de la casa, Andrés ‘Michi’ Sarmiento. Para suplir las bajas del equipo santandereano, José Rodríguez contó con la llegada de Harlod Martínez, Jaime Sierra, Alexis Ossa, José Najera, Víctor Zapata, Stewart García y Maicol Balanta. Sin embargo, la base del equipo seguía siendo la misma, con hombres vitales como Daniel Cataño, Carlos Giraldo y César Amaya.

Un leve bajón

Para la segunda parte del todos contra todos, el Atlético Bucaramanga continuaría con buenos  resultados a su favor. A pesar de las importantes bajas, el equipo seguiría cosechando triunfos muy importantes, pero llegarían unos cuantos partidos que harían tambalear las esperanzas de los aficionados amarillos.

Los santandereanos perderían su segundo partido del torneo a manos de Fortaleza 2 goles por 1, en Bogotá. El equipo tomaría un breve respiro sumando de a tres unidades en su visita a Leones, pero luego empataría en condición de local a cero goles frente al Deportes Quindío, perdería en el Alfonso López por la mínima contra Real Santander, empataría en Villavicencio a un gol ante Llaneros y volvería a dejar de sumar en condición de local, al igualar sin goles frente a Real Cartagena. Sin duda alguna los números del equipo en esas últimas jornadas no eran alentadores. Tan solo 6 puntos de 18 en juego, de los cuales 9 fueron disputados en casa del ‘leopardo’.

Ante la situación negativa y cuando se veía venir uno de los partidos más difíciles e importantes para Bucaramanga, el equipo ‘leopardo’ logró volver a rugir, nada más y nada menos que frente al América de Cali. Un contundente 4 a 1 contra uno de los mejores equipos del fútbol colombiano, hizo que el equipo  junto con la afición se volvieran a entusiasmar. De ahí en adelante los de ‘Willy’ Rodríguez lograron enderezar nuevamente el camino hacia la recta final del torneo, sin volver a perder en lo que restaba de la fase de todos contra todos.

El grupo de la muerte y el anhelado regreso

América, Real Cartagena, Universitario de Popayán y claro, Atlético Bucaramanga, conformaban el llamado ‘grupo de la muerte’ de los cuadrangulares semifinales de ascenso, tanto por historia, presente y como también  por las obligaciones de ascenso de cada equipo. Bucaramanga llegaba como gran favorito para ratificar la excelente campaña realizada  en el todos contra todos, fase en la que logró conseguir 71 puntos, producto de 21 partidos ganados, 8 empatados y tan solo 3 que terminaron en derrota. Sin duda alguna unos números que daban miedo y hablaban del gran trabajo realizado durante todo el año, aunque que esto solo le significaría un punto invisible para la fase decisiva del certamen.

El arranque de la parte semifinal del torneo se daría de buen manera para los ‘leopardos’. Una contundente vitoria con marcador de  3 goles a 0  ante el equipo ‘heroico’ fue de  vital importancia para las aspiraciones ‘auriverdes’ en esta decisiva parte del campeonato. Los goles fueron obra de Aníbal Mosquera, César Amaya y Maicol Balanta. Sin embargo en el segundo partido, la institución de la ´ciudad bonita’ se vería sorprendida en un difícil encuentro frente a universitario de Popayán. El equipo del Cauca se quedaría con los 3 puntos en su casa, al lograr vencer 2 goles por 1 al favorito para el ascenso, Atlético Bucaramanga. Un golpe fuerte para los de Rodríguez, pero del cual tendrían que reponerse si deseaban continuar en busca del cupo en la máxima categoría del rentado colombiano.

Ahora el rival seria el América de Cali en la ciudad ‘bonita’, un enfrentamiento muy especial ya que todo indicaba que entre los ‘escarlatas’ y los ‘auriverdes’ estaba el ascenso del grupo A. Bucaramanga y América se respetaron mucho en varias ocasiones de juego. Los de Cali no querían arriesgar del todo y por lo tanto en ocasiones solo esperaban para aprovechar una contra o una pelota quieta. Fue así como desde un tiro de esquina ejecutado por Neider Morantes, Ernesto Farías pondría la ventaja para el equipo visitante, pero lo alegría duraría poco, ya que tan solo un minuto después Bucaramanga llegaría al empate gracias a la anotación de su goleador, César Amaya. Bucaramanga hizo un poco más por el encuentro después de las anotaciones, pero el marcador no se movería y el equipo tendría que viajar a Cali con la obligación de recuperar lo perdido en casa.

El Pascual Guerrero no se encontraba del todo rojo en aquella noche fría del lunes 23 de noviembre, más sin embargo la localía siempre tiene su nivel de importancia. Bucaramanga y América se jugaban el ascenso, perder o empatar no eran opciones disponibles para ambos equipos. Al campo salieron dos equipos con la obligación a sus espaldas. El equipo ‘leopardo’ jugó para el ascenso en ese encuentro y generó múltiples opciones claras que pudieron abrir el marcador. Sobre el comienzo de la segunda parte, fue sancionada una pena máxima en el área ‘escarlata’ por una ‘mano’ de un jugador americano. César Amaya se encargaría de convertir la ventaja para los ‘leopardos’ desde los 12 pasos. América comenzó a reaccionar luego de que sus hinchas interrumpieran el partido por unos minutos. El equipo de la capital del Valle del Cauca intentó de varias maneras, pero el portero rival, Andrés Mosquera, no permitió que su arco se viera vulnerado. Con esa victoria el Atlético Bucaramanga lograba tener un pie en la máxima división del balompié nacional, ahora solo le faltaba ratificarlo frente a Universitario.

Jueves 26 de noviembre de 2015, 7: 45 de la noche, Estadio Departamental Alfonso López, más de 20.000 personas alentando y un equipo con las ganas de regresar a la primera división. El Bucaramanga saltaba al terreno de juego pensando en sumar los 3 puntos frente Popayán  y que América hiciera lo propio ante Real Cartagena,  para así poder de una vez por todas llegar al ascenso. El partido se tornó  muy complicado para la institución santandereana que no lograba encontrar espacios ni generar opciones claras ante un Universitario planteado para no perder, pero que cuando se lo propina también ponía en aprietos a los locales. Durante los primero 45 minutos el equipo ‘auriverde’ no era el claro dominador del encuentro y el temor en las tribunas del Alfonso López era notable.

En la segunda parte poco cambiaron las cosas durante los primeros minutos, aunque se vio a un Bucaramanga dispuesto a buscar  el resultado a favor como fuera. América hacía su trabaja en Cali ganándole 2 a 0 a Cartagena, cuando sobre el minuto 71 de juego y de pelota quieta a borde del are, Víctor Zapata ponía el balón en el fondo de la red y hacía que toda una ciudad gritara con desahogo y emoción.  Los minutos finales fueron mucho mejores para Bucaramanga, que con un hombre de más controlaba el partido. Aunque las ganas y el trabajo de Popayán por poco obtienen recompensa, si no hubiera sido por el guardameta ‘leopardo’, Andrés Mosquera, quien sin duda alguna fue la figura del encuentro.

Al final de la noche los fuegos artificiales, los llantos y gritos descontrolados indicaban que por fin luego de 7 años de tortura en la segunda categoría del fútbol colombiano, Bucaramanga volvía a la elite del fútbol nacional. En la historia y sobre todo en el corazón de los aficionados quedarán marcados los integrantes de aquella familia que logró devolverle una sonrisa a toda la ‘ciudad bonita’. Solo queda decir que el ‘leopardo’ volvió a su hábitat.