Las buenas actuaciones de nuestros clubes a nivel internacional y la gran imagen que la selección colombiana sembró en la memoria de todos los futboleros en el reciente mundial hacen que el FPC esté en alza en la que llamaré la bolsa de valores del fútbol mundial.

Un subcampeonato de Atlético Nacional y un campeonato de Independiente Santa Fe en la Copa Sudamericana de manera consecutiva en dos ediciones dejan en evidencia el gran momento que vive el FPC en general y ratifica las aspiraciones que puede llegar a tener en el futuro.

No es un secreto que en los últimos años el fútbol colombiano ha experimentado un crecimiento enorme a lo que rendimiento se refiere y esto, sin duda, siempre irá de la mano con el momento que vive la selección nacional. 

Nuestro fútbol está a la altura de las ligas más importantes del mundo, como la inglesa, la española o la alemana. De latinoamérica la Liga Águila es la tercera mejor liga y la novena a nivel internacional, según la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Fútbol (IFFHS).

Pero, ¿realmente nuestro fútbol merece tal reconocimiento? ¿Es verdaderamente de los mejores del mundo? Sí, no cabe duda. Tenemos una liga muy competitiva con equipos muy poderosos que, con un gran proyecto financiero y administrativo, han logrado actuaciones memorables en torneos internacionales. Porque no solo es lo que un equipo pueda hacer en la cancha, el escritorio también juega un papel muy fundamental. 

Y nuestra selección, vaya momento. Desde allí es donde se forja todo: futuro, proyectos, imagen, estatus. Es que a partir del Mundial de Brasil en adelante, todo ha sido ganancia para el FPC. El mundo del fútbol ya no ve a nuestra liga como una más del montón, no, ahora es uno de las principales fuentes para comprar jugadores hacia Europa. Las consecuencias de que nuestra liga sea vista son totalmente positivas porque además de motivar a sus jugadores le da un salto de calidad enorme.