La final comenzó muy disputada en la mitad de la cancha, no hubo  llegadas claras de gol salvo un exceso de confianza  del arquero colombiano Robinson Zapata, pudo ser un arranque catastrófico para los Cardenales.  A pesar de que ninguno de los dos equipos  fue un claro dominador del partido, Santa Fe intentó constantemente  aproximarse al arco rival, pero se encontró con una zaga aguerrida y con un Federico Vismara concentrado en las coberturas y relevos defensivos. Los primeros 45' se caracterizaron por la solidez defensiva de ambas escuadras.

Para la segunda etapa el equipo bogotano salió con una actitud más ofensiva. En los primeros minutos  el ecuatoriano Angulo fue sustituido por  Borja y más adelante Gerardo Pelusso cambió el esquema con la entrada de Omar Pérez. Los rojos intentaron crear opciones a lo largo de todo el segundo tiempo, sin mostrar un gran juego Santa Fe no se guardó nada y a pesar de la fatiga acumulada de todo el semestre siempre fue al frente. El Globo por su parte mantuvo la concentración pero renunció a atacar, dejó un espacio muy grande entre los delanteros y el resto del equipo; en consecuencia, su única arma fue el pelotazo.

El tiempo suplementario no nos trajo nada diferente,  dos equipos desgastados, sin mucha dinámica y con los mismos duelos de todo el partido, un ejemplo claro fue la batalla deportiva que tuvieron Mina y Ábila que culminó con el desespero del atacante  argentino y posteriormente su expulsión.

Finalmente llegaron los cobros desde el tiro penalti, Santa Fe se impuso con un marcador de 3-1. Para Santa Fe anotaron Pérez, Seijas y Balanta, en Huracán  erraron Bogado, Nervo y Toranzo; el único que anotó para el Globo fue Mancinelli.

Este es el fruto de un proceso que empezó con Wilson Gutierrez, seguido de Gustavo Costas y ahora comandado por Gerardo Pelusso. Tres entrenadores con una idea de juego muy similar, basando su estilo en un buen manejo de la pelota quieta tanto ofensiva como defensivamente y entre otras cosas, una propuesta de juego clara en todas las canchas. ¡Felicitaciones Santa Fe!