Venas con sangre deportiva, hechas cuerdas de guitarra. La banda sinfónica de la vida despide al 2015, con flores arrugadas por la despedida de Jhonathan Flórez, que en julio, se despojó de sus alas artificiales para volar eternamente, en su lugar natural: el cielo. El honor para un caballero, Alexis Viera, que el destino, lamentablemente, lo expuso ante la muerte. Sin embargo, sobrevivió; con la ilusión echada al piso, afrontó la noticia de la posibilidad de no volver a caminar nunca más. Hoy, Viera es uno de los emblemas de lucha para muchos con su discapacidad en todo el país. Caminó, camina y seguirá caminando.
Con la hora a punto de caer en el reloj para la última campanada, una rosa y una hazaña para resaltar por mes. Maldito sea el tiempo, que vuelve efímero aquello que es imborrable e histórico. Doce campanadas, doce huellas, doce meses por repasar.
La primera cae en enero, con la llegada al Olimpo de Fabián Puerta, rey del Keirin en la Pista Mundial. James coronado en Suiza por su joya de junio de 2014 mientras Miguel Ángel Rodríguez seguía dominando el Squash internacional.
El reloj nos lleva hasta febrero, único y entregado a su humanidad, Fernando Gaviria, que desde la ciudad de la luz, daba la campanada más fuerte con su título en el ómnium en el Mundial de Pista.
Una moto hecha persona, la huella de marzo, Nairo haciendo de las suyas junto a su caballito de hierro. Coronado y consagrado en la Tirreno-Adriático al igual que el Movistar Team. El colombiano besaba la historia, nuevamente, esta vez para ser el único colombiano que ha ganado esta competencia, en sus 50 inviernos de existencia.
Seguimos andando, soñando y dejando huellas. El reloj continúa su curso y da la escalada a abril, con la madera pulida y brillante de Bielorussia, que entregaba la consagración de Colombia en el Fútbol de Salón, a nivel orbital. Viajamos en la misma campanada, al Pacífico, visitamos Perú para conocer la juventud de Yeison López y José David Mosquera, superando las pesas para consagrarse campeones mundiales.
Sopla el viento, tiempo de mayo. El verano de Holanda corona a Mariana Pajón con dos oros en el Mundial de BMX. Sara ‘Juana de Arco’ López, suma un par de doradas en China. Varsovia y su verde césped Nacional, partícipes del sueño alcanzado y el otro deshecho, Sevilla le gana la Europa League al Dnipro con Carlos Bacca, aportando una diana como lo buen ariete que es. Altura y mar, esencia del clavado dorado de Orlando Duque. Cierra la quinta campanada con el grito perenne de Juan Pablo Montoya, que besaba el asfalto tras su segunda gloria en 15 años en Indianapolis.
Ecuador del camino, la canícula de junio nos recibe con las dos medallas de oro de Luis Javier Mosquera en el Mundial Juvenil de Pesas. Cali, con un ‘kinder’ liderado por un viejo zorro, vencía al ejercito de Torres en Medellín y se coronaba por novena vez en el fútbol colombiano. Huella a huella, paso a paso, corazón y honra, libertad y orden, Colombia clava su bandera en octavos de final del Mundial Femenino de fútbol; su mejor participación en la historia de esta competencia. Un nuevo grupo inmortal.
Siguiente paso, es julio y el Comité Olímpico Colombiano se pone de pie para felicitar a la delegación colombiano que representó los colores en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015; marca registrada: 27 oros, 14 platas, 31 bronces para un total de 72 preseas. Gaviria entregó el dorada número 100 de Colombia en la historia de estas justas y Jossimar Calvo fue el pequeño que logró tres de oro y dos de bronce, para ser, el deportistas con más medallas. Huellas en Francia, el Alpe D’Huez acaba coronando a Froome, pero lejos de ser su sombra, quedó Nairo Quintana, subcampeón y mejor joven en el Tour de Francia.
En la arena de la pista de atletismo del Nido de Pájaro en Beijing quedan grabadas las huellas de agosto, Caterine Ibargüen gana el Mundial de triple salto, con marca de 14.50 metros. La península ibérica es escenario de jolgorio colombiano, Esteban Cháves gana dos etapas y lidera La Vuelta por seis tramos.
Continúa el camino, se hace más corto, el final se aproxima. El reloj entrega la novena campanada para septiembre. Las huellas del mes, grabadas en el tablero de arquería en Medellín, Sara López encabeza el título mundial obtenido por Colombia en el Mundial de tiro con arco. Lo predecible y conocido se absolutiza: Caterine Ibargüen se convierte en tricampeona de salto triple de la Liga de Diamante, gloria para la mejor deportista del año en Colombia. Pajón cierra el telón del mes en Rock Hill, Estados Unidos, logrando su última victoria en el Mundial y levantando el dorado en el BMX.
El mundo empieza a dejar sus últimos cartuchos, es octubre y es la décima campanada, con las huellas grabadas en las rutas de Abu Dhabi, Esteban Chaves cerraba su año ganando el Tour árabe, dejando en el camino a figuras como Peter Sagan y Fabio Aru. La dinastía Búcaros toma el título de campeón profesional de baloncesto en Colombia. Sara López se colgaba el último oro de la Copa Mundo de Arquería y aseguraba cerrar el año como número uno.
Los pasos nos llevan al penúltimo escalón, el reloj de sol empieza a mostrar sus restos del año. El retraso en el tiempo se refleja en los Juegos Nacionales, Antioquia alcanza su potencial nacional ganando las justas. Sobre patines se hacen huellas en la pista de Kaohsiung, Colombia es campeona del Mundial de Patinaje por decimotercera vez. Clara Juliana Guerrero peca en Las Vegas y se adjudica el título mundial de Bolos. Mientras, en Bogotá, Alexis Mendoza comanda la avanzada para acabar con un rojo cardenal, Junior gana la Copa en El Campín, con San Sebastián –Viera- en el arco y dejando tendido en el frío césped a Santa Fe. No hay fronteras, ahora, para Fortaleza y Bucaramanga, que se unen a 18 clubes en Primera División.
La campanada doce para diciembre, a punto de sonar, las huellas celadas por la mujeres de Colombia que ganaron la Copa América de Futsal. París, entre dolor y miedo, entrega el tricampeonato en la Copa de Naciones a Mariana Pajón. El rey de reyes en Colombia alcanza su anhelada estrella 15, Nacional mira a todos desde arriba, sin compañía. El inolvidable año de Santa Fe, acaba en su casa; deja la postal más especial del fútbol a nivel nacional: campeón de la Copa Sudamericana 2015, el primer club colombiano en lograrlo.
Seguimos andando por el camino del reloj de Sol. Caerá el día 365 del año; estas fueron 8760 horas hechas crónica y anuario. Una mirada para doce huellas, doce campanazos. En VAVEL seguiremos caminando, hallando lugares para contar e informar. Hallando infinitos argumentos para estar junto a nuestros lectores y mantener la ilusión intacta de hacer periodismo. Ahora, 2015 ya es historia, 2016 es el reto y en VAVEL se lo seguiremos contando.