Hace un par de días en un programa de radio muy conocido en Colombia, un periodista deportivo, que lleva muchísimos años en el medio, alguien quizás polémico por sus declaraciones, en este programa de radio, se metió en la cocina del Cali cuando dice a viva voz: "Deportivo Cali tiene un presidente de pipiripao", una palabra despectiva que se utiliza para denigrar de una persona, dar a entender que no es nadie y que a duras penas vale tres pesos.

Días después la asociación Deportivo Cali, envió una carta en la que  invita al periodista en cuestión, a sumarse a la lista de personas que crean y no que destruyen con sus palabras, una carta donde se notaba a la institución ofendida por las críticas del periodista; a esta carta, el comunicador en mención dice que esta en todo el derecho de dar su opinión, pues lo que dijo no infringe ninguna norma ni ninguna ley.

Pero el humo comienza cuando en la mañana de hoy, 25 de enero, en su programa radial dice, que el Cali tiene problemas internos enormes, tanto que casi cinco jugadores presentaron su renuncia y que dos de ellos se fueron a las manos, versión sin confirmar que dijo al aire en una cadena radial nacional. 

Versión que un jugador del Deportivo Cali salió públicamente a desmentir y a llamar chisme lo que dicen de el, dijo que la relación con su compañero es la mejor, que el equipo tiene la moral alta antes de su partido en Medellín en la vuelta de la Superliga.

Este tipo de situaciones no deben presentarse, pues como dicen por ahí: una noticia mal contada es un asalto a mano armada, no medir palabras quizás lleva a desestabilizar un equipo, más aún cuando se deja de lado el deporte y se comienza a hablar de temas extrafutbolísticos sin tener previa confirmación de la misma. Señores esto es periodismo deportivo, veraz y serio, si vamos a hablar de farándula, quitemonos los cortos y vamonos a escribir de otras cosas.